Xantolo: la tradición se vivió este año en los hogares
Juan Hernández/Huejutla
La espera terminó: al mediodía llegaron las almas de los seres queridos que no están en el plano material de acuerdo con la tradición oral del Xantolo.
Este primero de noviembre los familiares y amigos llegaron tras cruzar el umbral que es el arco, elaborado con palo sol, bola de fuego, flor de cempasúchil, palmilla y mano de león sin faltar las velas, aquellas que iluminan el camino y el estruendoso sonido de los cohetes que anuncian la llegada de los muertos.
Este año se cancelaron los eventos masivos y se ordenó, al menos en Huejutla, el cierre de los panteones, sin embargo, la tradición mestiza del Xantolo en la Huasteca se vivió en todos los hogares y no pasó desapercibida la fecha por los integrantes de la cuadrillas.
De acuerdo con promotores culturales, el Xantolo es la fusión del Día de Muertos (indígena) con Todos Santos (católica) degeneración de la voz latina Sanctorum, que por la falta de fonemas en las lenguas originarias se le conoce como Xantolo.
En todas las calles se percibe el olor a copal (incienso), que se matiza con el de los tamales, chocolate, mole, flores y el humo que emana de las velas y veladoras.
Las familias se reúnen en una mesa para compartir sus alimentos que, de acuerdo con la tradición oral, son también compartidos con sus muertos o fieles difuntos.
Aún con las recomendaciones de evitar acudir a los panteones para evitar la propagación del Covid-19, algunas familias acudieron a estos espacios para la convivencia de las almas.