Secretaría de las Mujeres
Lo Personal es Político
El pasado 29 de noviembre se llevó a cabo la última junta de gobierno del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en su actual estructura, como parte de las reformas impulsadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, entre las cuales destaca la creación de la Secretaría de las Mujeres, que iniciará operaciones el 1 de enero de 2025. Como miembro del Consejo Social, tuve la oportunidad de reunirme con la titular, Citlalli Hernández, quien compartió que actualmente se encuentran realizando los ajustes necesarios para implementar este cambio.
Es importante recordar que estos mecanismos para el adelanto de las mujeres surgieron del movimiento feminista, especialmente del movimiento post-Beijing, en el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU, realizada en 1995. En esa ocasión, se establecieron 12 puntos esenciales, uno de los cuales fue la creación de estas instituciones. Con la llegada de gobiernos de derecha en México, como el de Vicente Fox, existía el riesgo de retroceder en los derechos de las mujeres. Sin embargo, se logró un consenso con el amplio movimiento de mujeres para comenzar con su creación en la Cámara de Diputados.
Durante los gobiernos de Fox y Felipe Calderón, los Consejos Social y Consultivo desempeñaron un papel relevante para evitar retrocesos. Junto con el movimiento feminista y el amplio movimiento de mujeres, se avanzó en áreas como la participación política, la transversalización de la perspectiva de género, la creación de unidades de género y la capacitación. Con la llegada de gobiernos de izquierda, fue alentador que se impulsara la agenda de derechos sexuales y reproductivos, particularmente en el avance de la despenalización del aborto. Desde ahí se emitieron comunicados y se realizó incidencia necesaria para avanzar en estos temas.
El reto de crear una Secretaría no es menor. En Hidalgo, por ejemplo, hace cuatro años, el Concejo Interino de Pachuca (presidido por Tania Meza) dejó un vacío institucional. Desde su creación, estuvo mal fundamentado y establecido. No obstante, algunas compañeras del movimiento decidimos darle seguimiento, crear una terna y dejar de tener titulares de ese mecanismo que solo «bailan» en campañas y no han tenido un compromiso real con la causa de las mujeres. Este año se impulsó una terna a nivel municipal que fue bien recibida a nivel nacional como un ejercicio democrático y plural. Sin embargo, es necesario que estos mecanismos estén a la altura de lo que estamos viviendo en nuestro país y dejen de ser botín financiero y político para llegar a otros cargos sin hacer realmente nada por las mujeres.
Por ello, me siento muy optimista respecto al acompañamiento que seguiremos haciendo desde la sociedad civil y los movimientos feministas para que la secretaría federal llegue a buen puerto. También es fundamental que se entreguen buenos resultados en el municipio y que se haga una reflexión profunda sobre la situación del Instituto Estatal. La terna nos demostró que hay mujeres muy preparadas, sin padrinos, pero que se merecen una oportunidad y seguimiento para que el Instituto Hidalguense de las Mujeres se fortalezca y cumpla con su propósito original.