Sanguijuelas del Guadiana: de la España profunda a los grandes festivales

A propósito de todos los grandes festivales de música en el mundo existe la práctica entre los auténticos conocedores de revisar a detalle los nombres de grupos que desfilan por las letras pequeñas de los carteles… se insiste, y con mucha razón, que allí se encuentran maravillas por descubrir… el talento emergente marca el pulso del momento, algunos treparán hasta convertirse en headliners, otros quedarán en el camino, por ello es importante atraparlos mientras despuntan.

Tal es el caso de Sanguijuelas del Guadiana, grupo español que se encuentra inserto en la propuesta del Festival Sonorama, que traerá a México el 26 de abril a artistas desde la mismísima Iberia de la época romana y que por aquellos lares se lleva a cabo en Ribera del Duero, una zona que es un tesoro vinícola.

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No podemos decir que tengan un nombre que les abra camino, con todo y que aluda a un río que cruza Extremadura, tierra de donde proceden, más precisamente de Casas de Don Pedro, una pequeña población de Badajoz. Crecer allí y vivir allí les ha permitido reivindicar a la España profunda, la que es rural, la que se haya sumida en el sopor de “aquí no pasa nada” y es por ello que les ha llevado a apostar por reivindicar la tradición con elementos de la modernidad.

En su perfil de Spotify, los propios músicos dicen que Sanguijuelas del Guadiana es: “pueblo, tradición, cultura y sobre todo, renovación”. Y además han tenido la sapiencia de insisitir en que ellos proceden de “La Siberia extremeña”, es decir, casi del exilio de la civilización, por ello es muy pertinente preguntarnos: ¿y estos qué tocan?

Herederos de la rumba y la verbena, se nota que ha crecido escuchando a Estopa, pero también conocen de electrónica y trap; por supuesto que han bebido de Bambino y Los Chungitos, pero no son ajenos al drum & bass… todo sea por el frenesí y la fiesta.

Sanguijuelas del Guadiana también conocen de Triana y el rock andaluz… todo lo juntan, todo lo funden… y es así como han ido escalando con una serie de canciones que no llegan a la veintena, pero que ya les han abierto camino, todavía sin llegar al álbum debut.

Toda la parte de diseño gráfico e imagen remite a la vida en provincia, en: “una Extremadura rural de pueblos pequeños y gente sencilla, relaciones cercanas, de vino y cuatrola y un agosto lleno de personas sentadas al fresco y verbenas en la plaza del pueblo”.

 Con ello han armado un repertorio que es muy estimulante y emocionante y que tiene en “100 Amapolas” la canción de mayor impacto popular y que incluso menciona a la Virgen patronal de la localidad y a ella se suman aciertos como “La brecha” y “El estandarte”, que se van colocando en pequeños EP´s de dos o tres canciones, en una historia que comenzó en 2022 apenas.

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Es de destacar que precisamente un primer paso lo dieron con el tema que les da nombre y que integra una narrativa costumbrista con un tufo a rock andaluz, pero con ese matiz de rumba-pop que tan bien le han aprendido a los Estopa…  los hermanos David y José Manuel Muñoz.

En lo persona, también destacó especialmente “Llevadme a Extremadura”, que me parece absolutamente representativo, ya que es un homenaje a Los Cabales al que le meten caja de ritmos y sintetizadores… ¡Y olé!

Sanguijuelas del Guadiana… recuerden ese nombre.

ZQ