¿Quién es periodista y quién no? ¡Vaya pregunta que se hace la gente del poder! ¿Hacer un censo de periodistas? Si no es la lista del súper, tampoco lo es de quiénes son amigos y quiénes no. Hablar de periodistas o periodismo, es hablar de libertad de expresión, la que nos da la Constitución. Es un derecho constitucional y un derecho humano en nuestro país.
Y es ahora nuevamente cuando se analiza la ley que protege a defensores de derechos humanos y periodistas, en el Congreso del estado de Hidalgo.
La Ley para la protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas, señala en su primer artículo que será para” implementar y operar las Medidas de prevención, preventivas y urgentes de protección que garanticen la vida, integridad, libertad y seguridad de las personas que se encuentran en situación de riesgo como consecuencia de la defensa o promoción de los derechos humanos, y del ejercicio de la libertad de expresión y el periodismo”.
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En ese sentido, nos ayuda a señalar quién es periodista y lo dice así:
“Periodistas: Las personas físicas, así como medios de comunicación y difusión públicos, comunitarios, privados, independientes, universitarios, experimentales o de cualquier otra índole cuyo trabajo consiste en recabar, generar, procesar, editar, comentar, opinar, difundir, publicar o proveer información, a través de cualquier medio de difusión o comunicación que puede ser impreso, radioeléctrico, digital o imagen”.
La anterior definición da una idea más general sobre quién ejerce el periodismo. Y eso es para proteger a la persona en caso necesario de que esté en riesgo su vida.
Recordemos que, en 2012, el entonces diputado Onésimo Serrano González presentó la iniciativa de Ley de protección a personas defensoras de derechos humanos y de salvaguarda de los derechos para el ejercicio del periodismo.
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Algo que me parece muy interesante se encuentra en el artículo sexto y dice: “…Ninguna ley ni autoridad pueden establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública…”
La Ley se decretó y señala en su artículo 2, que “En el estado de Hidalgo la defensa de derechos humanos y el trabajo periodístico son vitales para la sociedad y el fortalecimiento de la vida democrática de la entidad”.
Y reconoce como derechos de los periodistas: secreto profesional, cláusula de conciencia, acceso a las fuentes de información, Respaldo estatal para la formación profesional continua, reconocimiento institucional como periodista, protección de las empresas en misiones o tareas de alto riesgo profesional; y protección pública ante agresiones de terceros.
Pero se sigue cuestionando quién es periodista, hasta han dicho que es necesario hacer un “censo” para registrar a quiénes lo son. Mi pregunta será: ¿Bajo qué criterios lo harían? ¿Quienes hayan egresado de universidades? ¿Quienes se hayan hecho en la práctica? ¿Quienes tienen título, pero no ejercen? ¿Quienes, según las y los diputados son periodistas? Hasta es peligroso que un gobernante se lo pregunte.
Lo cierto es que… es necesario seguir hablando de derechos de las y los periodistas, sobre su vida y la libertad de expresión, pero también de sus otros derechos a vivir una vida digna.
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