Puercos, cochinos, marranos, cerdos
Alameda
Este es un llamado a los militantes, simpatizantes y liderazgos de la Cuarta Transformación a no permitir el avance de las viejas prácticas que tanto hemos combatido, a que en con organización y alto sentido militante se pongan a la vanguardia del movimiento que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México.
El 1ro de julio del año 2018 algo se rompió, el mandato popular de más de 30 millones de mexicanos fue el de desterrar las viejas prácticas de la política tradicional que han sumido a nuestro país en la pobreza y en el atraso social, político y cultural.
A 4 años y medio de aquella gesta, el proceso político electoral del 2024 ha iniciado, con ello las dadivas y el uso de recursos públicos de toda índole no se han hecho esperar, quedarse callado es ser cómplice de las viejas prácticas, prácticas antidemocráticas y de humillación que para quienes militamos en la Cuarta Trasformación buscamos erradicar de la vida pública.
La gran mayoría de quienes se hoy han sumado al movimiento de transformación lo han hecho de buena voluntad, pero para nada extraña que haya algunos quienes ven en el movimiento de transformación la marca electoral de moda, la forma de insertarse en la vida pública entendiendo únicamente conceptos de rentabilidad sin entender mínimamente los principios y ejes rectores que dieron pauta a la irrupción de morena en la vida política de este país: no mentir, no robar y no traicionar.
Hoy son los mismos fulanos y menganos que siempre hemos combatido -solo que ahora disfrazados de guinda- quienes trafican con la pobreza y la necesidad del pueblo, pero el pueblo es mucha pieza ya que estamos ante una sociedad con un alto nivel de politización, ello implica estar a la altura de las circunstancias y del momento histórico en rechazo permanente de aquellos actores políticos que instrumentan la noble actividad de la política en beneficio propio.
Poco o nada le han aprendido a López Obrador y a nuestro gobernador Julio Menchaca, ya que debemos tener claro, que todo aquel que aspire a abanderar el proyecto de la Cuarta Transformación en cualquier esfera, debe pugnar en todo momento por construir comunidad, organización y poder popular para abonar a una sociedad más politizada que garantice el cambio profundo; no somos ingenuos, pero sabemos que se puede lograr sin necesidad alguna de negociar los principios e ideales.
Ya por último y para terminar, pero no por eso menos importante, recordemos que tonto es aquel que cree que el pueblo es tonto y más tonto aquel que no entiende lo que está pasando o que ya se le paso lo que estaba entendiendo.
Por Dino Madrid