Otra pifia de la Ombusperson
Balcón Político
Por un fallo de procedimiento, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH)m Ana Karen Parra Bonilla, enfrentará tres demandas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), además del rechazo a una recomendación para ofrecer disculpas a los estudiantes agredidos la mañana del 19 de septiembre, por personal de la máxima casa de estudios, en el contexto de una serie de protestas iniciadas por alumnos del Instituto de Artes, por abusos de sus directivos.
La ombudsperson de Hidalgo, convocó a conferencia de prensa para anunciar que se emitiría una recomendación para que las autoridades universitarias ofrecieran una disculpa pública (¡365 días después!) a los jóvenes y padres de familia que en su intento por ingresar al edificio central de la UAEH, ubicada en la calle de Abasolo, fueron repelidos a golpes por personal y alumnos afines al entonces presidente del Consejo Estudiantil Universitario Esteban Rodríguez Dávila, supuestamente ordenados por el rector Octavio Castillo Acosta.
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La reacción de los representantes de la UAEH (también en conferencia de prensa) fue de rechazo a la recomendación y peor aún, anunciaron que presentarían tres demandas en contra de Ana Karen Parra, por “revelación de secreto agravado, abuso de autoridad, infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos”.
La defensora universitaria, Elsa Angeles y el coordinador jurídico, Rafael Hernández, consideraron que la presidenta de la CDHEH violó el debido proceso, al hacer pública la recomendación, pese a que tenían 10 días hábiles, a partir de la notificación, para dar una respuesta.
Curiosamente los representantes de la UAEH, demandaron de Parra Bonilla una disculpa pública, por no respetar el debido proceso ni la confidencialidad del proceso que derivó en la recomendación a las autoridades universitarias.
Con todo esto, la labor de la ombusperson quedó en entredicho y hasta se especuló que su decisión no fue en el marco de sus atribuciones legales, sino que se enmarcaban en un asunto político, en contra de quien realmente dirige los destinos de la máxima casa de estudios desde hace unos nueve lustros: Gerardo Sosa Castelán, colocado en el lado de los opositores a la Cuarta Transformación, partido que la impulsa y quienes hacen que los postulados de la 4T se conviertan en hechos a favor de los hidalguenses.
