Obliga pandemia a modificar finanzas personales
El presupuesto es la herramienta con la que se aprende a controlar las finanzas y a gastar mejor
Suspensión de actividades turísticas y recreativas, cierre de planteles escolares y, en algunos casos, el trabajo en casa, se han convertido en la realidad que modificó las finanzas personales y familiares.
En tiempos tan cambiantes marcados por la pandemia, es necesario reajustar los presupuestos y planificar gastos con base en los ingresos, tal es la forma útil de tener el control sobre la economía personal.
Como parte de los presupuestos es conveniente analizar de qué manera se han modificado los gastos por la pandemia, es decir, las cantidades que ya no se vayan a gastar pueden destinarse al ahorro, emergencias, para cubrir gastos esenciales o saldar deudas.
Por ejemplo, los gastos de transporte o combustible para quienes no necesitan trasladarse estos días al lugar del trabajo o escuela, así como el dinero que se gasta en entretenimiento, ya que estas actividades se encuentran suspendidas.
Identificar los gastos fijos, los cuales son aquellos que se repiten, se conoce el periodo de pago y el monto que se debe abonar, como pagos de vivienda o educación.
Asimismo, los gastos necesarios, que son precisos para la vida cotidiana, pero a diferencia de los fijos estos pueden reducirse o aumentar de acuerdo con las circunstancias, por ejemplo, la ropa, gastos de transporte, entre otros.
Por otra parte se ubican los gastos superfluos, que están asociados con deseos o necesidades personales, por ejemplo: suscripciones a servicios poco usados, compras impulsivas y en general gastos de ocio, los cuales pueden recortarse.
En tanto, un presupuesto que refleje correctamente los gastos debe incluir el ahorro, esta cantidad destinada supondrá un beneficio al futuro.
La fórmula 50/20/30 consiste en distribuir los ingresos para planificar gastos y ahorro. El 50 por ciento se destinará a los gastos fijos; 20 por ciento al ahorro, y 30 por ciento gastos superfluos o personales.