NUEVOS TIANGUIS

darDOS con garlito

Garlito

Ante la difícil y eterna situación económica, exacerbada por la pandemia que continúa junto a nosotros, cientos, miles de personas tuvieron que modificar su sistema de obtención de recursos, sobre todo para aquellos que perdieron su empleo pero mantuvieron la existencia, la necesidad de un trabajo y de allegarse de recursos monetarios, alentaron a miles de personas a emprender una aventura comercial o consolidar la ya emprendida, millones de negocios de sobrevivencia surgieron invadiendo calles, avenidas y el espacio público apoderándose de la denominada vía pública creando nuevos tianguis o mercadillos en lugares donde no deberían estar; las autoridades parece están coludidas.

Foto: Rolando García

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En este mismo espacio se mencionó la imagen detestable que ofrece a pacientes, familiares y población en general, que deben acudir a una institución pública de salud en Pachuca y principales ciudades del estado donde haya un hospital o clínica, lo primero que observamos es la invasión de puestos fijos, semifijos y ambulantes justo en las puertas de la institución, por no decir en la nariz de los directivos médicos o administrativos, que no solo son un adefesio, sino un insulto a la filosofía que predican, la salud de la población, con negocios de dudosa higiene en la preparación e ingesta de alimentos nocivos que son consumidos con singular alegría por médicos, enfermeras y todo personal que atiende la salud pública; ellos mismos comen garnachas y tacos, tortas gigantes y hamburguesas, el espectáculo es dantesco y las autoridades sanitarias y municipales obnubiladas en su soberbia.

Foto: Rolando García

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Ya en el antiguo y aún funcional Hospital General de Pachuca, porque el nuevo al parecer se cae a pedazos como el régimen anterior, ahí los puestos de comida callejera son los amos de la vía pública y de la insalubridad y nefasta imagen tanto del IMSS como de la Secretaría de Salud, no solo adueñándose de banquetas y espacios para estacionar automóviles de quien necesita atención médica, bloqueados por las camionetas de los comerciantes, la prioridad deberían ser los enfermos no el comercio informal; en las afueras de la clínica del ISSSTE, el mercadillo justo en la puerta de acceso, casi impidiendo el paso a los usuarios, es otro insulto a la salud pública ahí mismo donde intentan curar personas, la insensibilidad, ceguera o desinterés de los directivos los convierte en cómplices de esta plaga que invade su ámbito laboral.

Foto: Rolando García

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Mugrosa

Ahí mismo donde se brinda salud a los infantes, el Hospital del Niño DIF, es otro nosocomio absorbido por comerciantes de golosinas, frituras, frutas y cuanta comida chatarra uno pueda imaginar, justo donde doctoras y doctores sociabilizan degustando unos chicharrones con harta salsa y un refrescote, al igual que a un elemento de la policía o el ejército se le prohíbe ingresar uniformado a ciertos lugares, personal médico debería quitarse sus uniformes cuando comen comida de este tipo, predicar con el ejemplo; pero el nuevo tianguis instalado en las afueras del Hospital de especialidades del IMSS, justo frente al ISSSTE, en el boulevard Felipe Ángeles, ahí ahora la ciudad cuenta con un nuevo tianguis, oculto tras el puente peatonal del sistema de transporte Tuzobus, no solo destruyendo la imagen de una institución de salud, sino haciendo pensar a los que piensan, que el problema está en el diseño y construcción de esas clínicas donde olvidan áreas de alimentación para su personal, o ¿ahí radica las pingues ganancias?  

Foto: Rolando García

El flamante hospital de especialidades del IMSS, es hoy un asco en su imagen, un sitio de taxis que no permite estacionar a pacientes, los pocos espacios los utilizan las camionetas bodegas que permanecen por lo menos doce horas, los puestos de comida no son de gente muy necesitada, ya que refrigeradores, mostradores y puestos aferrados a la banqueta requieren de fuerte inversión monetaria, entonces no son negocios de sobrevivencia sino de una mafia de ambulantaje que se adueña de la ciudad y las afueras de los hospitales; en ese mercadillo encontrará accesorios para celulares, maquillaje y cosméticos, ropa y zapatos, todo cuanto pueda adquirir un enfermo; la delegación de esa institución al parecer no le interesa ni la salud ni la imagen de la misma o ¿habrá intereses de sindicato o particulares en esos espacios, quizá un especialista tenga un negocito de tortas o algún directivo montó un puestecito de cubrebocas y gel antibacterial?, la autoridad debería disipar estas dudas, ya que la alcaldía de Pachuca continúa en su inexistencia absoluta.

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Rolando García

Pachuqueño, periodista guionista, registrando la historia cotidiana de todos los días
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