Nuevo Ciclo Escolar: las posibilidades infinitas  

El Surtidor

“Incorporarse a la sociedad comporta la exigencia de realizar tareas que propicien el desarrollo personal y respondan a las necesidades sociales. Ahora bien, la rentista y supuesta eficacia de buscar el camino corto de un adiestramiento que se limite a preparar para actividades demandadas, desde intereses bien concretos, y no siempre presentables, supone el retorno discursivamente edulcorado de modelos de imposición. Ciertamente es cuestión de afrontar necesidades, de una formación integral que permita ser alguien competente y con oficio, pero ser alguien no es algo ni adjetivo ni subsidiario, ni lateral, sino sustantivo. Y decisivo. Se trata de ser, de nuestro único e irrepetible ser, lo que no nos ocurre únicamente a nosotros, sino a cada quien”, pienso en estas palabras del filósofo Ángel Gabilondo Pujol, a propósito de lo que acontecerá la próxima semana, cuando cerca de 600 mil estudiantes y más de 40 mil trabajadores de educación básica iniciarán el ciclo escolar 2022-2023 de manera presencial.  

Te recomendamos: El anhelado regreso presencial a clases  

El regreso a las aulas, significa una pequeña victoria para las familias hidalguenses; pero también, representa, como no había pasado en mucho tiempo, la posibilidad de que las y los niños, refuercen su comportamiento, valores y aprendizajes, en una normalidad que ya ha dejado de ser nueva y que ahora nos impuso nuevas reglas de convivencia.  

Para la consecución del logro educativo, asistir a las aulas deja de lado la fragilidad de las pantallas de los dispositivos y centra en la clásica proxemia el poder de las habilidades de convivencia y armonía a la que tantos y tantos maestros están habituados.  

Pero no sólo eso, con el paso de un ciclo inmediato anterior, que osciló entre lo virtual y lo presencial, la aplicación de las vacunas a niños y adolescentes en edad escolar, los hábitos de higiene sanitaria que se establecen ahora como normales, hoy, las y los niños de hidalgo vivirán plenamente una transformación de la manera en que estudiaban y cómo tendrán que estudiar.  

Sigue leyendo: ¿Para qué aprendemos?  

Del comportamiento tradicional al que habrá de desarrollarse en este ciclo escolar, tendremos que agregarle los desafíos del rezago educativo generado por el analfabetismo digital vivido en la pandemia. También habrá que hacerle frente a el deterioro natural del paso del tiempo, al estar vacíos los espacios educativos; las necesidades de equipamiento, las cuales nunca se terminarán; y un nuevo modelo educativo que lejos de retrocedernos en los objetivos, nos brinda una ventana de oportunidad para crear estrategias, planes y acciones de política educativa acordes a nuestro contexto social y cultural. Sin duda, el desafío es mayúsculo, pero las posibilidades son infinitas.  

Mostrar más

Daniel Fragoso

Daniel Fragoso Torres. Nació en Pachuca, lector, escritor, se ha desempeñado como profesor universitario, periodista, editor, funcionario público y consultor. Es insomne.
Mira también
Cerrar