No tendrán nuestro silencio
En contra del mar
Ayer, la comunidad no institucionalizada de feministas abortistas y de las disidencias sexo genéricas del estado de Hidalgo; firmamos un manifiesto que creemos es importante para cambiar la forma en la que el activismo hidalguense ha trabajado en los últimos años.
Desde 2013 me he involucrado en la lucha de los derechos sexuales y reproductivos en el estado, a veces siendo parte de organizaciones, otras fundando colectivas y permanentemente desde México Igualitario, una plataforma nacional que defiende los derechos sexuales y que ha sido un parteaguas para el acceso de los derechos sexuales de las disidencias sexo genéricas.
Junto con mis compañerxs de lucha, consideramos necesario pronunciar que las formas en que nosotrxs estamos defendiendo los derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos; buscan no reproducir discursos de odio, violencia y discriminación. Que creemos en procesos horizontales, colectivos y empáticos.
En los últimos tres procesos electorales hemos visto como estas causas justas se han utilizado como un motín: la vergonzosa negociación por la despenalización del aborto, la excesiva presentación de reformas penales para delitos en contra de las mujeres y las personas de las disidencias sexo genéricas como lo fue la “Ley Olimpia”, ley sobre lesiones con ácido, incremento de las penas del delito de discriminación; la falta de políticas públicas en los tres niveles para prevenir la violencia de género, el poco presupuesto, la no aprobación del reglamento de la Dirección del Registro del Estado Familiar, la falta de capacitación, sensibilización y seguimiento para prevenir y evitar la discriminación y violencia por parte de las autoridades y desgraciadamente, las practicas jerárquicas verticales, adulto centristas, clasiracistas, capacitistas; llenas de egos y protagonismo por parte de una sociedad civil que más que interesarse por impulsar cambios estructurales, luchan por mayor reconocimiento fueron las condiciones que hicieron necesario hacer este manifiesto para desmarcarnos de acciones que no nos representan, ni tampoco a los movimientos de los que somos partes.
No queremos seguir contribuyendo a reforzar la frase “ya sabes como son las cosas”, creemos que existe el potencial para organizarnos y proponer maneras alternas para gestionar, solucionar y resolver las problemáticas que nuestro estado está enfrentando, que nos afectan y que han sido silenciadas.
Esperamos que este manifiesto tenga eco en la ciudadanía, que sepan que nos mueven los feminismos, el enfoque psicosocial, el antipunitivismo, la digna rabia y la ternura radical. Que no estamos formados ni alineados con algún partido político y que hay un interés genuino por continuar caminando, acompañando el caminar de las personas a las que el estado y la sociedad ha tachado de mentirosas y que esperamos labrar un sendero político que le sea más amable para las generaciones que nos preceden, del que nosotras y nosotrxs hemos vivido.
Aquí estamos, no tendrán nuestra complicidad ni nuestro silencio.