Morena, todavía nada
Historias que contar
El Consejo estatal de Morena dio a conocer a cuatro presuntos candidatos a la gubernatura hidalguense, y ante los variados, algunos incisivos comentarios que la lista despertó, la definitiva será definida por la Comisión Nacional de Elecciones.
En esta escalera electoral, dos Consejos, Estatal y Nacional parecieron comulgar con los cuatro aspirantes, surgidos de 52: senadora María Merced González, diputada Lisset Marcelino Tovar, diputado Francisco Javier Berganza y el delegado de programas federales Abraham Mendoza.
El senador Julio Menchaca no calificó, hecho extraño considerando su trayectoria de servidor público y político, mientras que Abraham Mendoza, no tan identificado, fue el número uno en votos a favor.
Sin embargo, trascendió que la Comisión Nacional de Elecciones podría aumentar a 6 los aspirantes, considerando entre ellos a Menchaca.
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Secretos de políticos
Se llama El libro de la política, bajo el sello editorial Penguin Random House, y concurren ocho colaboradores, asesorados por Paul Kelly, vicedecano de teoría política en la London School of Economics and Political Science.
Además de la presentación con imágenes de personajes históricos y un diseño moderno, el contenido es didáctico para quienes les interesa el tema.
Imposible resumir el texto, pero si trasladar puntos de vista de quienes hicieron de la política su vida.
Aristóteles señaló: “La sociedad política existe para realizar acciones nobles y no solo para acompañarnos”.
Pero se pronunció, en breve introducción, que lo alude: “Aristóteles no pensaba que todos los seres humanos pudieran participar en la actividad política: en su sistema, las mujeres, los esclavos y los extranjeros quedaban excluidos del derecho a gobernarse ellos mismos y a gobernar a otros”.
El alemán Karl Marx definió: “Los filósofos solo han interpretado el mundo (…), el objetivo es cambiarlo”.
Charles de Gaulle, militar francés, emblemático en la Segunda Guerra Mundial, dijo: “La política es algo demasiado serio para dejárselo a los políticos”.
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Confucio, de quien poco se sabe de su vida en China, compendió. “Si deseas el bien, la gente será buena”. Y también: “El que gobierna con su virtud es…como la Estrella Polar: está en su sitio mientras las estrellas menores le rinden homenaje”.
Mahoma, nacido en La Meca en 670. Cuando murió gobernaba casi toda Arabia. Resumió: “Os es obligado guerrear, aunque resulte odioso”.
Bajo la idea de que la guerra está justificada para proteger valores cristianos, no se deslindó: “La paz es obra indirecta de la justicia, ya que la justicia elimina los obstáculos para conseguirla; pero es la obra de la caridad, por su propia idea, la que causa la paz”.
Nicolás Maquiavelo aportó: “Un gobernante prudente no puede ni debe cumplir su palabra”.
Thomas Jefferson, uno de los arquitectos de la Constitución de EE.UU, se pronunció: “Una declaración de derechos es lo que capacita al pueblo frente a cualquier gobierno, y ningún gobierno justo puede negárselo ni obviarlo”.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nacida en México, hizo apasionada defensa del derecho de las mujeres a la educación. Afirmó que mantener a las mujeres en la ignorancia era perjudicial para la sociedad y preguntó: “¿Cuántos daño se habrían evitado (…) si nuestras mayores hubiesen aprendido?”.
Lenin llegó a afirmar que mientras la Unión Soviética siguiera rodeada de países capitalistas también sería necesario continuar con la lucha de clases.
Lev Davidvovich Bronstein, Trotski, asesinado en 1940 en México, no quedó atrás: “Si el fin justifica los medios, ¿Qué justifica el fin?”.
Emiliano Zapata, luchador por los campesinos, incisivo. “Conseguiremos la unión de los mexicanos dando garantías tanto al campesino como al hombre de negocios”.
Mao Zedong, líder chino, realista: “El político sale del cañón de un arma”.
Y para terminar, José Ortega y Gasset, español, didáctico. “El europeo está solo, sin muertos vivientes a su vera”.
Faltaron otros, muchos, muchos más.