Maltrato y abandono, constantes en la vida de la princesa del pop

Para algunos es considerada la eterna princesa del pop, para sus detractores es solo una estrella en declive, pero sin duda el legado que Britney Spears ha dejado la ha convertido en una leyenda de la cultura pop.

Han pasado ya algunos años desde su último trabajo musical, lanzado en 2016, y su nombre no se ha silenciado del todo gracias al movimiento Free Britney, creado por los fans que, preocupados por su bienestar, se percataron de que algunas cosas no iban bien en su vida debido a la tutela que la mantenía bajo el yugo de su padre, Jamie Spears. 

La mujer que soy (Plaza & Janés) relata la historia en viva voz de la protagonista; es la misma estrella quien narra las vicisitudes que la llevaron a alejarse de su familia y del medio que la catapultó a la fama.

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En la obra nos cuenta los sueños que tenía cuando era una niña y cómo percibía a su padre alcohólico, su sentir al llegar a la fama y el arduo camino que recorrió. 

Aunque para muchos no sea un libro especial, este nos entretiene con duros detalles de sus relaciones: desde un aborto durante su relación con la también estrella Justin Timberlake, hasta la batalla que tuvo que librar con el padre de sus hijos por mantener la custodia. 

Conforme van pasando las páginas, el lector se va enterando de datos que impactan y entristecen. Sin embargo, la mayoría son sucesos que todo el mundo sabe, que son fáciles de ubicar en las redes sociales o internet. 

Con más de veinte años de carrera, la estrella pop narra en sus memorias el infierno que vivió al lado de la gente que estaría para cuidarla, la batalla que día a día libraba con el único fin de poder estar con sus hijos, su principal motor, y que, a pesar de estar actualmente alejada de ellos, el amor que les tiene es en parte lo que la mantiene en pie. 

La exestrella infantil de El club de Mickey Mouse, de los años 90, junto a un grupo de futuras estrellas donde estaban Christina Aguilera, Justin Timberlake, Keri Russell y Ryan Gosling, se destapa y cuenta todo en una prosa conversadora, íntima y a veces llena de resentimiento. 

Spears revela que su madre le daba de beber alcohol cuando era una niña, una adolescente de 13 años, con ella compartía daiquiris a los que llamaban “toddies” en viajes por carretera a la playa de Biloxi, Mississippi. 

Además, cuando cursaba el noveno grado escolar, ya fumaba con regularidad y había dejado de ser virgen. 

Esta no es una historia de revictimización, es una historia real que nos muestra el lado más humano de una de las figuras más reconocidas del mundo, nos muestra una historia de sueños cumplidos y pesadillas vividas, es un texto escrito de la forma más sencilla que en el fondo nos hace reflexionar sobre lo que el mundo del entretenimiento nos vende. 

En el libro también cuenta una breve relación con el actor Colin Farrell, a quien ella describe con cariño como un tórrido romance de dos semanas. 

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“No podíamos quitarnos las manos de encima; nuestros encuentros eran tan pasionales que parecían peleas callejeras”. 

Ser famosa no es fácil, estás a los pies de los medios de comunicación, eres su alimento, como estrella les generas audiencia y eso lo refleja la cantante. Así relata los incidentes que tuvo con medios de comunicación a los que llama “invasivos”. 

Como desde hace años, Spears constantemente es atacada por el estilo o género de su música, solo la consideran un ídolo de la cultura de masas. 

“Nunca supe muy bien qué pensaban todos esos críticos que yo estaba haciendo: ¿una imitación de Bob Dylan?”, escribe y subraya esa frustración que siente. 

La mujer que soy ha sido elogiado por los críticos como un relato convincente de su ascenso a la fama mundial y sus luchas actuales. 

“Puse mi corazón y mi alma en mis memorias y estoy agradecida con mis fans y lectores de todo el mundo por su apoyo inquebrantable”, dijo Spears en un comunicado publicado previo a que saliera a la venta. 

No importa si eres fan o no, esta es una historia de independencia moderna que involucra a la principal exponente musical de inicios de los años 2000, con quien crecimos muchos adultos jóvenes de hoy en día. Agradecida con sus fans, Britney retoma poco a poco su vida para demostrarnos que es más fuerte que ayer. 

Por Alfonso Olivares Lira