Ly Robles, la danza como acto de valentía

A lo largo de su trayectoria, Ly ha explorado diversas disciplinas, desde danzas polinesias y ballet hasta danza aérea y fuerza capilar. Foto Cortesía

Ly Robles, la danza como acto de valentía

Se desempeña como bailarina versátil en Playa del Carmen, donde su talento se suma a la oferta artística de esta ciudad

América Castillo
Febrero 22, 2025

En un mundo donde el arte muchas veces lucha por abrirse paso, Liliana Alvarado Robles, conocida artística­mente como Ly Robles, es una joven bailarina de 26 años que ha dedicado su vida a la danza, una pasión que descubrió a los 11 años en el seno de una familia de músicos.

Originaria de Hidalgo, Ly encon­tró en la danza contemporánea y en otras disciplinas artísticas una for­ma de expresión y libertad personal.

En entrevista, Ly compartió cómo su camino en la danza no ha estado exento de obstáculos, como la falta de apoyo económico en su familia.

Sin embargo, su determinación le permitió trabajar y financiar sus estudios en danza contemporánea en el Instituto de Artes de la Uni­versidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

A lo largo de su trayectoria, Ly ha explorado diversas disciplinas, des­de danzas polinesias y ballet hasta danza aérea y fuerza capilar, un es­pectáculo que consiste en realizar movimientos, baile y figuras colgada del cabello.

“Es doloroso, pero fascinante. Te da una nueva perspectiva del movi­miento corporal”, explica sobre esta experiencia que mezcla arte, discipli­na y resistencia física.

La transición hacia la danza contem­poránea no fue inmediata. Comenzó con danzas polinesias y exploró estilos como el ballet y el belly dance, pero fue la combinación de la expresión corpo­ral y el teatro lo que le permitió encon­trar su verdadera vocación.

Ly Robles, la danza como acto de valentía

“La danza contemporánea te da un control y descontrol del cuerpo que te libera, que te permite sacar los sentimientos”, comenta.

Ly enfrentó obstáculos económi­cos desde temprana edad. La falta de apoyo financiero de su familia la obligó a trabajar mientras estudiaba, costearse sus clases, vestuarios y pa­sajes. Sin embargo, esto no la detuvo. “No es imposible”, afirma con con­vicción, alentando a quienes enfren­tan situaciones similares. “Siempre hay opciones. Los límites están en nuestra cabeza”.

Actualmente se desempeña como bailarina versátil en Playa del Car­men, donde su talento se suma a la oferta artística de esta ciudad turísti­ca, combinas técnicas de danza con­temporánea, jazz, ballet, y urbano. A través de su arte, Ly demuestra que la danza, más allá de ser un es­pectáculo, es un acto de valentía y perseverancia, que los límites solo existen en la mente. En su mensaje a las nuevas generaciones, Robles en­fatiza la importancia de no rendirse ante las adversidades.

“No hay imposibles. Los límites están en nuestra cabeza. Si tienen un sueño, aférrense a él y trabajen duro. Siempre se puede, aunque el camino sea difícil.”

Encontró oportunidades en Playa del Carmen

En comparación con su vida ante­rior en Hidalgo, donde la danza era más una expresión cultural que una profesión viable, Playa del Carmen le ha ofrecido un panorama diferente.

“Aquí todo es espectáculo para los turistas. Aunque no es lo mejor pagado, sí hay muchas más oportu­nidades”, señala.

Este entorno le ha permitido de­sarrollarse no solo como bailarina, sino también explorar áreas como la animación, los aéreos y los espec­táculos mexicanos.

Ly también anima a los bailarines a complementar su formación con otros estudios, como pedagogía o administración, que les permitan explorar nuevas oportunidades en el ámbito artístico. Con planes de seguir experimentando en la danza aérea y eventualmente enseñar, Ly aspira a continuar llevando su arte más allá de las fronteras, demostran­do que la pasión y el esfuerzo pueden superar cualquier barrera.

Ly Robles, la danza como acto de valentía

A futuro, Ly tiene claro que quiere seguir experimentando con la danza y los aéreos, llevar su arte a cruceros o incluso a otros países, y eventual­mente compartir sus conocimientos como docente.

“Quiero seguir bailando hasta donde el cuerpo me dé, pero tam­bién sé que nuestra carrera no siempre es sostenible en el tiempo. Ahorrar y buscar alternativas, como estudiar otra disciplina complemen­taria, es importante”.

Para las nuevas generaciones que sueñan con dedicarse a la danza, su mensaje es claro: “No se den por vencidos. Todo se puede. El esfuerzo vale la pena”.

Los anima a no dejarse limitar por las dificultades económicas o el miedo al fracaso, y a no postergar sus sueños.

“El cuerpo madura, y con el tiem­po las posibilidades cambian. Si tie­nes la pasión, aférrate a ella y hazlo ahora”, expresó.

La historia de Ly Robles es un re­cordatorio inspirador de que el arte no solo es una forma de expresión, sino también una forma de vida que, aunque desafiante, puede ser pro­fundamente gratificante.

Ly Robles, la danza como acto de valentía