Leyendas y tradiciones de los Reyes Magos
Los "Magos de Oriente" aparecen definidos en los Evangelios Apócrifos, donde "mago" se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo
Una fecha esperada por muchos es el 6 de enero, ocasión en la que los corazones infantiles se llenan de ilusión ante la llegada de los Reyes Magos.
Muchas han sido las historias que narran el trayecto y propósito de estos tres reyes del Oriente, y aquí tenemos algunas de ellas.
En el Evangelio de San Mateo se cuenta que unos magos, llegados de Oriente, fueron guiados por una estrella para adorar al rey de los judíos que acababa de nacer.
Al enterarse de esta noticia, Herodes, rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, haciéndoles prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también.
Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José.
Tras postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes, ya que él solo quería acabar con la vida del niño.
Otra leyenda cuenta la travesía de un cuarto rey, Artabán, quien llevaba piedras preciosas como ofrenda a Jesús.
Sin embargo, en su camino encontró un anciano enfermo que necesitaba de sus cuidados, por lo que Artabán sin dudarlo le ofreció su ayuda.
Después emprendió el camino hasta Belén, pero a su llegada el niño Jesús ya había nacido y sus padres habían huido rumbo a Egipto.
A través del tiempo el cuarto rey mago siguió brindando ayuda en los lugares por donde pasaba sin pensar que el cargamento de piedras preciosas se reducía poco a poco.
Así pasaron 33 años hasta que llegó al monte Gólgota donde crucificarían a un hombre que decían era el Mesías enviado por Dios para salvar al mundo.
Desconsolado y triste pidió disculpas por no haber cumplido con la misión de adorar al Mesías, pero antes de morir, una voz le dijo: “Todo lo que hiciste por los demás lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos”.
Celebración llena de tradiciones
En la noche de Reyes, se acostumbra dejar un zapato cerca del árbol, para que ahí se depositen los obsequios.
Esto tiene su origen en una leyenda que cuenta que dos amigos del niño Jesús, apenados de verlo siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos.
Estos como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y para que tuvieran mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran.
Al día siguiente, milagrosamente los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños.
Además, actualmente el día de Reyes Magos se acompaña con las acostumbradas cabalgatas y la rosca de reyes.
Platillo en forma circular que representa a la corona de los reyes, y la fruta cristalizada las joyas que en ella se incrustan.