El grupo político en el poder y Morena en el estado, comienzan a crear una nueva estructura que será la base de sus proyectos electorales y que ha comenzado por desplazar a la delegación del Bienestar y su titular, Abraham Mendoza Zenteno, de todas las decisiones operativas.
Desde la llegada de Esthela de Jesús Ponce Beltrán, a la coordinación de afiliación morenista, se diseñó una nueva ruta que incluyó la sustitución de los coordinadores distritales territoriales, por operadores que han mostrado su habilidad en otros partidos políticos.
Con este movimiento, abrieron los espacios para la llegada del ex diputado local morenista Andrés Caballero Zerón; el ex priista, Onésimo Serrano González y los ex panistas Manolo Gutiérrez Hernández y Julio Cesar Soto Márquez, y aún faltarían un par de nombramientos más que terminarían por ajustar la organización.
Paralelamente, desde la Secretaría del Bienestar en el estado, se configuró el equipo territorial al que han llamado “servidores del pueblo” y que serán los encargados de recorrer los municipios y comunidades apartadas con el apoyo de los ayuntamientos morenistas.
Los nuevos “servidores” que eventualmente relegarían a los “siervos de la nación”, serán coordinados por el exdiputado panista Jorge Miguel García, el mismo que saltó a Morena por consejo de su amigo el delegado de Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) Canek Vásquez Góngora.
El exlegislador recordado por su extraordinaria y valerosa tenacidad de subirse a máxima tribuna del debate parlamentario con una playera del equipo de fútbol América, será quien tenga que demostrar si le alcanza la capacidad para llegar con los servidores del pueblo a cada rincón del estado donde tendrán que llevar los beneficios de los programas sociales, pero al mismo tiempo las “bondades” y “privilegios” de pertenecen a Morena.
Así que, las tareas de afiliación morenista no llegaron solas, al menos en Hidalgo tiene nuevas encomiendas, retos y alcances que deberán mostrar no solo la experiencia de la ex priista Esthela Ponce, sino su lealtad con el jefe político del estado, al que dicen, debe su posición.
De mi tintero… En eso de la construcción de nuevos edificios, bien vale la pena recordar el caso de Tizayuca, donde la ex alcaldesa Susana Ángeles, se gastó 300 millones en un palacio municipal y un centro comunitario, lo malo fue que, los recursos no salieron de un ahorro y manejo transparente del dinero, mucho menos de la austeridad racionalidad, sino de las arcas federales de la SEDATU, dependencia que por cierto, en los últimos 3 años, solo tuvo 6 proyectos en el estado, el más grande y ambicioso fue el de Tizayuca, que buen ejemplo de gasto eficiente e inteligente…Al que intentaron nuevamente golpear políticamente, fue al coordinador del Congreso Andrés Velázquez, usando una fotografía de su ex pareja Diana Martínez, posando con armas de alto poder, los “promotores” de la imagen olvidaron cerciorarse de la vigencia de la relación sentimental de la mujer con el diputado morenista, la cual concluyó hace varias semanas. Así lo que haga la señora, dejó de tener importancia publica y política, por ahora.