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Jubileo de las y los trabajadores por la justicia

Jubileo de las y los trabajadores por la justicia

DESDE LO REGIONAL

Raul Arroyo
Septiembre 29, 2025

Con el mensaje Spes non confundit, la esperanza no defrauda, el papa Francisco expidió  la Bula de convocación del Jubileo Ordinario del Año 2025, deseando recuperar con el acontecimiento la confianza necesaria en vínculos interpersonales, relaciones internacionales, la promoción de la dignidad de toda persona y  el respeto de la creación;  donde el testimonio creyente sea “levadura de genuina esperanza, anuncio de cielos nuevos y tierra nueva, donde habite la justicia y la concordia entre los pueblos.”

Una jornada de la celebración jubilar se dedicó a quienes nos desempeñamos por la justicia, el anterior 24 de septiembre en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano. Ahí, el papa León XIV expresó interesantes reflexiones sobre ese valor y sus agentes. Credos aparte, la voz del líder de la iglesia católica merece atención, especialmente en estos tiempos revueltos.

Invita a reflexionar sobre la justicia y su función, indispensable – dice el papa – para el desarrollo ordenado de la sociedad, como virtud cardinal que inspira y orienta la conciencia de cada hombre y mujer;  la advierte destinada a cumplir su función superior en la convivencia humana, que no puede reducirse a la simple aplicación de la ley o al trabajo de los jueces, ni limitarse a los aspectos procedimentales.

En la justicia – señala –  “se unen la dignidad de la persona, su relación con el otro y la dimensión de la comunidad hecha de convivencia, estructuras y reglas comunes. Una circularidad de la relación social que pone en el centro el valor de cada ser humano, que debe protegerse mediante la justicia frente a los diferentes conflictos que pueden surgir en la acción individual, o en la pérdida definitiva común que incluso puede afectar a instituciones y estructuras.”

Al referirse a quienes servimos en el ámbito de la justicia, el obispo de Roma subraya: “Hoy, lo que interpela a los operadores de justicia es precisamente la búsqueda o la recuperación de los valores olvidados en la convivencia, su cuidado y su respeto. Se trata de un proceso necesario, frente a  la expansión de conductas y estrategias que muestran desprecio por la vida humana desde su inicio, que niegan derechos fundamentales para la existencia personal y no respetan la conciencia de la que nacen las libertades. Precisamente mediante los valores que están en la base de la vida social, la justicia asume su papel central en la convivencia de las personas y de las comunidades humanas.”

El discurso papal apunta a la justicia distributiva: “La igualdad real no es la meramente formal ante la ley. Esta igualdad, indispensable para el correcto ejercicio de la justicia, no elimina crecientes  discriminaciones cuyo primer efecto es precisamente la falta de acceso a la justicia. La verdadera igualdad  es la posibilidad de que todos puedan realizar sus aspiraciones y ver garantizados los derechos inherentes a su dignidad, respaldados por un sistema de valores comunes y compartidos, capaces de inspirar normas y leyes que sostengan el funcionamiento de las instituciones.

León XIV ve en el Jubileo, la invitación a reflexionar sobre la realidad de tantos países y pueblos con  “hambre y sed de justicia”, porque sus condiciones de vida son inaceptables de tan injustas e inhumanas.

 Finalmente pide afirmar: “No puede gobernarse un Estado sin justicia. Lo que se hace según Derecho se hace con justicia. Donde no hay justicia no hay Estado.”

En el Jubileo, el Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, COPAJU, expresó su compromiso de  construir, desde las tareas diarias, un servicio de justicia centrado en las personas vulneradas y descartadas, destinado a garantizar la justicia social.  

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