“Esta disposición de admirar, y
casi a idolatrar, a los ricos y
poderosos, y a despreciar o,
como mínimo, ignorar a las
personas pobres y de
condición humilde es la principal
y más extendida causa de corrupción…”
Adam Smith (1759)
Durante los tres días oficiales, los gobiernos debatieron sobre un tema crucial: el destino del dinero a nivel global. Como es de imaginar, no se trató de negociaciones sencillas, debido a los diversos intereses económicos presentes en las distintas industrias extractivas del mundo.
Algunas posturas, como las de la Unión Europea, Reino Unido o Japón, bloquearon propuestas como la creación de una Convención Fiscal, evidenciando que el Norte Global sigue siendo una región donde el poder económico se concentra en unas cuantas manos. El reto, sin embargo, es avanzar hacia una arquitectura financiera global más democrática.
En contraste, países como Brasil y España lanzaron una iniciativa conjunta para promover impuestos más altos a las personas más ricas. México, Brasil y Colombia, junto con otras instituciones y organizaciones, también presentaron una propuesta para fomentar inversiones —especialmente públicas— en el trabajo de cuidados.
No debemos olvidar los datos que dejó esta conferencia: el 1 % de la población mundial posee más del 95 % de los recursos del planeta; las deudas con el Norte Global obligan a algunos países a pagar intereses tan altos que les impiden incluso cultivar la tierra. Para 2025, la deuda global acumulada de distintos países ascenderá a cuatro billones de dólares, un aumento del 60 % respecto a la cifra anterior a la pandemia. Parte de esta deuda está en manos de fondos conocidos como “buitres”. Además, el 90 % de la población en países de renta baja carece de acceso a la seguridad social.
Aunque se presentaron algunas iniciativas prometedoras, estas aún están lejos del cambio estructural que el mundo necesita con urgencia.
Mi pecho no es bodega. Con la recuperación de Jorge Martínez, director de Comunicación Social, hay movimientos en ese espacio dentro del gobierno de Hidalgo, así como en otras dependencias, como la Secretaría de Movilidad. Sin embargo, lo que realmente debe analizarse no son solo los cambios internos, sino lo mal que se está comunicando hacia el exterior (lo cual es evidente), como en el caso de la dinámica de los “likes” para rehabilitar un espacio público promovida por la Secretaría de Planeación, que incluso fue noticia en medios nacionales y generó una fuerte percepción negativa entre la ciudadanía.
El problema no es solo de forma, sino también de fondo: la deficiencia en el desempeño institucional. Un ejemplo claro es que, tres años después, apenas se esté levantando una encuesta para conocer la percepción de las personas usuarias del Tuzobús, cuando su mal funcionamiento es evidente a diario. No hay mejor propaganda que el trabajo bien hecho.

/https://wp.lajornada-hidalgo.prod.andes.news/wp-content/uploads/2025/07/PATLAN-OK.webp)