Irma Eréndira, lealtades de un sexenio

Letras Minadas

A unos meses de cumplir tres años en el cargo, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, ya no pudo cumplir su misión: tapar los escándalos emanados del gabinete y de los aliados de Andrés Manuel López Obrador, llámese Manuel Bartlett; la prima incómoda Felipa López y sus extraños contratos con Pemex; Ana Gabriela Guevara y sus escándalos en la Conade; el sospechoso proveedor Levanting Global Servicios y las acusaciones contra el exdelegado del gobierno federal en Jalisco Carlos Lomelí, entre otros.

Su jefe, López Obrador le pasó la factura, pues esa lealtad y defensa acérrima que Irma Eréndira mostró por la 4T no se notó en el caso del tristemente célebre Félix Salgado Macedonio, pues se asegura que la campaña sucia contra «el Toro» no la iniciaron sus adversarios, sino el equipo de la exfuncionaria. 

Por ello, es difícil creerle a López Obrador cuando dice que Irma Eréndira Sandoval «cumplió cabalmente» como secretaria de la Función Pública, cuando anunció lo que a todas luces fue su destitución.

Por ello, AMLO no aclaró la pregunta obligada: ¿por qué la destituyó, si como dice, cumplió cabalmente su función?

¿O será que el activismo de su hermano, Pablo Amílcar Sandoval contra Félix Salgado Macedonio, ¿propició la caída de su propia hermana?

Pero mientras eso pasa a nivel nacional, en Hidalgo podría replicarse el escenario de las Irmas en el gobierno estatal y de la guerra intestina que se vivió en Guerrero en los pasados comicios y que dejó como saldo varios heridos (políticamente hablando) y desgaste innecesario, incluso en instituciones como el INE.

La guerra mediática se adelantó entre aspirantes a la gubernatura de Hidalgo, pero dicen, se agudizará cada vez más conforme llegue el momento de la definición, sobre todo por aquellos que pretendan hacer suyo aquel apotegma de “voy derecho y no me quito”, con tal de despachar en Plaza Juárez a partir del siguiente año.

@AlexGalvezQ

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