Galerías a cielo abierto, movimiento de resistencia y de impacto social
El centro de enseñanza y producción ubicado en Poxindeje, San Salvador, tiene la responsabilidad de plasmar la historia, la voz e identidad, así como los vicios y problemáticas sociales
Celebrando el primer centenario del movimiento muralista en México, te compartimos un proyecto de resistencia desarrollado en Hidalgo, dedicado a la lucha por la expresión de las ideas a partir del arte: la Escuela de Muralismo Siqueiros.
El centro de enseñanza y producción del muralismo tiene su antecedente en 2005, cuando estudiantes de la licenciatura en Artes Visuales del octavo semestre en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) impulsaron el movimiento de muralistas hidalguense a través de recorridos a comunidades para elaborar murales.
El muralista y académico Jesús Rodríguez Arévalo compartió que la iniciativa se dio en la colonia Morelos, en el municipio de Mixquiahuala, con la implementación del proyecto “Galerías a cielo abierto, espacio de arte experimental y arte público” en el camper-taller La muralera, logrando 200 murales en aquella colonia.
“Este fue un proyecto del Cuerpo de Investigación Arte y Contexto del Instituto de Artes de la UAEH, que emprendí en coordinación con Miguel Ledezma Campos, así se formó el movimiento de muralistas hidalguenses, el cual ha evolucionado y se ha trasladado a varias partes del estado”, recordó.
En su haber se registran 35 murales en Pacula, 25 creaciones en Calnali, así como 21 encuentros internacionales de muralismo a lo largo de 17 años con ediciones en los municipios de Ixmiquilpan, Huejutla, Actopan, San Salvador, Mixquiahuala y Celaya, Guanajuato, por mencionar algunos.
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“Al formar esas galerías a cielo abierto nosotros estamos haciendo muralismo público, político, prehispánico, popular y poético. Este trabajo ha trascendido de tal manera que en 2017 nos trasladamos a Poxindeje (San Salvador) para establecer la escuela que se llamaría ‘Siqueiros’, en homenaje al muralista revolucionario, innovador, activo y querido”.
La institución es una iniciativa independiente y comunitaria con fundamento en la delegación, ya que el espacio es otorgado por los habitantes de Poxindeje, con la que, a través de talleres en Ciudad de México, Morelia e Hidalgo, así como cursos en España, Argentina, Paraguay, Bolivia y Colombia el trabajo de la Escuela de Muralismo se consolida como un espacio de difusión artística.
“La Escuela de Muralismo Siqueiros se estableció en un inmueble abandonado propiciado por el delegado Magdaleno Bautista y el docente Alberto Moctezuma, logrando el comodato por siete años, de los cuales nos quedan dos para mudarnos a otra comunidad y seguir realizando galerías al cielo abierto”.
Jesús Rodríguez detalla que la Escuela se rige con tres ejes fundamentales: la enseñanza, producción y difusión del muralismo mexicano; en sus módulos se abordan aspectos como la gestión, el andamiaje, el trabajo en equipo, la técnica, la legislación, la investigación y difusión.
“Es común que el muralismo se confunda con el paredismo al ser pertenecientes al arte urbano, pero el muralismo se centra en el impacto social y no en la cantidad de obras, cosa que no sucede con el paredismo”.
Parte del equipo de trabajo se integra por Janet Calderón Becerra, responsable de producción; Lupita de Teresa como subdirectora, y los instructores Manuel Paredes Téllez y Cuauhtémoc Salgado.
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“Estamos siguiendo las enseñanzas del movimiento muralista, con la responsabilidad de plasmar la historia, la voz e identidad, así como los vicios y problemáticas sociales, en este proceso la comunidad juega un papel fundamental al ser un trabajo colaborativo público, político, prehispánico y popular”.
Recientemente, la Escuela Siqueiros inauguró el mural “Luchadoras y luchadores sociales mexicanos desde 1917. Estratos y raíces de esperanza”, ubicado en el Foro Cultural del municipio de San Salvador, en la que participaron Janet Calderón Becerra, Andrea Viridiana Jiménez Dorantes, Luis Manuel Vélez Flores, Guadalupe de Teresa, Luz Asturizaga Chura y Jesús Rodríguez Arévalo.
Además de continuar la Galería a cielo abierto en la Colonia Francisco Villa, del municipio de Francisco I. Madero, en contexto del proyecto “Pincelazos de historia y valores humanos”, cuyos creadores son la maestra Camelia y Vicente Reyes Rojas.