Fortalezas de Pachuca
darDOS con garlito...
Garlito
Sea crea o no, alguna vez Pachuca fue emporio económico, circuló mucha plata, el empleo abundó, en torno a la extracción de metal se desarrollaban otras actividades, dando a la ciudad un estatus progresista y de localidad principal, por allá en el siglo 17; había ricos, pocos no más de una decena y miles de pobres, atracción para salteadores de caminos, bandidos que se apoderaban de oro y plata, el diezmo del clero y el quinto del Rey, quinta parte de todos los usufructos, para proteger los dineros, se construyeron fortalezas, hoy ignoradas.
Cajas
El trajín de la vida cotidiana, la movilidad de gente y vehículos, pero sobre todo el mal hábito de los seres humanos de caminar con la vista baja o por lo menos al nivel de la altura humana; observamos rostros, cuerpos, banquetas, baches y basuras, pero pocas veces alzamos la mirada y observamos las alturas, las partes altas de las calles de las casas y edificios, las antiguas ventanas con sus herrajes, remates de construcciones, balcones, terrazas o simplemente azoteas, la ciudad es una a ras de campo y otra por lo menos a dos metros del piso.
Fortaleza, castillo o fortificación, es el nombre que se le da a dos edificios de tan pachuqueños que son ignorados, por quienes deberían informar al turista o lugareño la importancia de esas paredes, tal vez también lo ignoran; en 1670 se decreta crear unas Cajas Reales en Pachuca para recabar todo lo concerniente al dinero del reino español, donde también sería casa del Alcalde Mayor Alférez y Colector Real (cuantos quisieran llamarse hoy así); casi cien años después en 1775, se termina la construcción del edificio que hoy conocemos como Las Cajas, primer sitio de protección de valores y resguardo, en ambas fechas los pobres del pueblo aportan su trabajo; construcción sobria que hoy a sus pies decenas de vendedoras de hortalizas y un paradero de transporte público lo adornan.
Blindadas
Otra fortaleza pachuqueña, que a todo niño encantó y provocó preguntas, interés, mitos, qué si un castillo de verdad, qué si un cuartel o una cárcel y ninguna explicación porqué una escuela tenía tan impresionante fachada; creada exactamente para los mismos fines, resguardar y proteger las riquezas, aquí era ya la ganancia bruta de particulares, con el descuento del quinto del Rey y el diezmo, en pocas palabras capital e intereses de los dueños de las minas, los empresarios Mackintoch, Ballengue, Escandón y Belstegui, creadores de la compañía minera más conocida, una vez consumada la independencia.
Hoy escuela Justo Sierra, fue Las Cajas Grandes, edificio de ladrillo rojo de 87 almenas, remate de la construcción, se utilizaba para vigilancia o defensa armada en su caso, característica de castillos, dando al edificio un aspecto militar y palacio medieval oscuro, en la portada 2 torreones con 2 troneras, es decir dos hendiduras por donde disparar al enemigo, desde antes de 1824 y hasta 1858, funcionó como protección a las ganancias que el pueblo veía irse para nunca volver; edificado por los popularmente llamados aventureros ingleses y conforme a su cultura, en el patio trasero, hicieron un huerto, dejaban pasar a niños, viudas y gente pobre a recolectar frutas y verduras, como parte al servicio de la comunidad, quizá por ello se respetaron sus enormes muros.
Fortalezas de Pachuca, edificios construidos entre la colonia y los albores del México independiente, sitios de la vieja ciudad símbolos del pasado y en el futuro deberían ser orgullo; municipio, turismo y cultura, se ven lentos y despistados, no existe información actual sobre estos monumentos arquitectónicos, ni para conocimiento de los ciudadanos ni para los muy pocos turistas, cultura ignora casi todo; datos curiosos: la escuela Justo Sierra fue cuartel durante la Revolución y escuela a partir de los años 50´s; Cajas Reales, fue prisión por una temporada para Servando Teresa de Mier en 1817, hospedaje para Maximiliano el 26 de abril de 1865 y abasto de azogue que era monopolio del imperio.