La noticia fue sorpresiva para algunos integrantes del grupo del ex gobernador Omar Fayad, pero no para su círculo cercano, que al medio día ya tenían claridad incluso, de la estrategia que seguirán en los próximos días, por los reacomodos que se darán tras su inminente nombramiento como embajador de México en Israel, algo que, por cierto, será tratado por la cancillería con el más bajo perfil posible.
Las llamadas al número celular del todavía priista, fueron insistentes toda la mañana, según confiaron quienes ahí estuvieron, algunos por la confirmación de las versiones difundidas, otros más de felicitación, la mayoría de quienes integraron el gabinete para ponerse a sus órdenes y reconocer la “maniobra” política que lo pone prácticamente al interior de la 4T.
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Fayad Meneses, será el primer gobernador priista que se incorpora al término de su gestión a una administración federal de un partido diferente al que milita y con el cual, se abrió paso para ocupar diferentes espacios de representación electoral y puestos públicos en los diferentes ámbitos de la administración.
Su llegada por la vía diplomática tiene varias lecturas, para algunos, es el sinónimo de los acuerdos pactados con el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, para otros, la habilidad que demostró desde que llegó a Hidalgo con el entonces gobernador Jesús Murillo, de saberse involucrar y sortear los embates de sus adversarios para estar cerca y hacerse útil con los personajes claves en el momento y circunstancia.
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Insistir en que la embajada en Israel es la moneda de cambio por haber entregado la gubernatura, es ocioso y simple, es negar la evidente fuerza política y electoral que tenía en el momento de la contienda el entonces candidato de Morena, Julio Menchaca, y que hoy ha consolidado como gobernador al alcanzar niveles de aceptación que lo sitúan como uno de los 5 gobernadores con mayor calificación positiva en el país.
Tampoco se debe olvidar la relación que construyó y fortaleció Fayad Meneses con el presidente de la república, a partir de la lamentable tragedia en Tlahuelilpan, que dejó 137 muertes, pues al asumir el control y costo de lo ocurrido, ganó bonos que se tradujeron en distintos reconocimientos públicos de López Obrador, que lo consideró uno de los gobernadores priistas “con mayor disposición a trabajar coordinadamente” lo mismo en la pandemia por el Covid, que en tareas de seguridad.
El hidalguense será el quinto ex gobernador colocado en legaciones internacionales y el cuarto que seguramente enfrentará –nuevamente- a la dirigencia nacional priista que buscará su expulsión como lo hizo con el exmandatario de Sinaloa, Quirino Ordaz; de Sonora, Claudia Pavlovich, de Campeche, Carlos Aysa, quienes fueron nominados como embajadores de España, cónsul de Barcelona y embajador de República Dominicana, y esto traerá reacomodos en los círculos priistas locales que encontrarán el motivo que querían para tomar el edificio de Colosio.
De mi tintero… Ahora que está de moda revivir procesos, la Fiscalía General de la República (FGR) tiene nuevamente en sus manos la orden de aprehensión en contra del hidalguense Paulo Uribe Arriaga, ex director general de Administración del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social en el sexenio de Enrique Peña Nieto, es parte de las 61 que obtuvieron por peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada por el caso García Luna…Comenzaron las asignaciones políticas a integrantes del gabinete, por lo pronto, el secretario del trabajo Oscar Javier González, se encargará de la operación en Mineral de la Reforma…
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