Extrabajadora del INAH denuncia discriminación tras despido  

Extrabajadora del INAH denuncia discriminación tras despido  

Una extrabajadora del INAH en Pachuca denunció en entrevista irregularidades que derivaron de su despido.

América Castillo
Febrero 18, 2025

Una extrabajadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Pachuca denunció en entrevista irregularidades que derivaron de su despido, al tiempo que sufrió actos de discriminación, acoso laboral y falta de pagos por parte de empresas contratistas y personal administrativo del lugar.  

La afectada, quien se desempeñaba como personal de limpieza, aseguró que fue excluida injustamente de su puesto y que incluso le prohibieron el acceso al establecimiento, aún como visitante. 

La extrabajadora, quien prefiere mantener el anonimato, relató que durante su tiempo en el INAH enfrentó acoso laboral por parte de un custodio, identificado como José Luis Andalón Guerrero, quien, según su testimonio, ejercía un trato autoritario y agresivo hacia el personal. Esta situación, afirma, se agravó cuando el custodio asumió un puesto de encargado, decisión que, según la denunciante, fue respaldada por el director del centro, Osvaldo Sterpone, pese a las múltiples quejas en su contra por parte de trabajadores y visitantes. 

Entre las acusaciones, la extrabajadora señaló que el custodio era conocido por descomponer el buzón de quejas del lugar para eliminar denuncias en su contra, además de mostrarse discriminatorio hacia visitantes que no cumplían con sus prejuicios, incluidas parejas del mismo sexo.  

“Es una persona que no está capacitada para un cargo así”, expresó la denunciante. 

Por otro lado, la afectada denunció la falta de pagos por parte de las empresas contratistas que gestionaban al personal de limpieza, mencionando a compañías como Green Mamba y Acuaseo, las cuales no cumplieron con obligaciones legales como aguinaldos, seguros médicos y finiquitos. La trabajadora también acusó al administrador del centro, Roberto Eras Vargas, de no ofrecer una solución clara cuando ella intentó regresar a su puesto, contradiciendo sus propias indicaciones previas. 

El despido, según la excolaboradora, ocurrió después de que ella alzara la voz para exigir el pago de sus adeudos el pasado 14 de enero, lo que, considera, fue tomado como una represalia.  

La denunciante y sus compañeras llevaron a cabo una manifestación para exigir el pago de tres quincenas pendientes, además de aguinaldos, finiquitos y otras prestaciones laborales que aseguran no haber recibido.  

Las y los trabajadores también denunciaron haber laborado durante ocho meses sin contar con seguro social, lo que afectó particularmente a empleados de mayor edad que están cerca de jubilarse. Según los testimonios, los problemas comenzaron en noviembre, cuando recibieron una notificación confusa sobre el fin del contrato con Green Mamba.  

“No es justo que me dejen sin trabajo después de todo lo que hice por ese lugar. Siempre cumplí con mi labor, incluso enferma. Ahora, ni siquiera puedo entrar como visitante, como si fuera una delincuente”, lamentó. 

Posteriormente, otra compañía tomó el control de las operaciones del 5 al 30 de diciembre, dejando a los empleados en una situación de incertidumbre y sin remuneración desde entonces. Las consecuencias no han sido únicamente económicas, sino también personales, especialmente durante un periodo festivo como diciembre.  

La denunciante también destacó el deterioro del centro INAH tras su salida, señalando que el lugar permanece sucio debido a la falta de personal suficiente. 

“Nosotras manteníamos todo limpio, pero por capricho y malos manejos ahora el lugar está descuidado”, afirmó. 

Finalmente, la extrabajadora hizo un llamado a que se visibilice su caso, advirtiendo que es la única afectada por estas prácticas.  

“No quiero que esto quede impune. Si es necesario dar nombres en otros medios, lo haré. No se vale que sigan haciendo lo mismo con más personas”, concluyó.