El reto de Sergio Baños
Agujeros Negros
El triunfo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Pachuca, por todas las aristas en que se observe, fue importante; recuperar la capital consolida la calificación ciudadana en el gobierno estatal más cuando revirtió una tendencia electoral adversa, aunque Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) argumente fraude en los tribunales cuando se llevó el proceso al conteo voto por voto.
Esta práctica legitimó el triunfo del candidato priista Sergio Baños Rubio, porque además aumentó la ventaja a 3.29 por ciento sobre Pablo Elías Vargas González, que se niega a aceptar su derrota, cuando no pudo hacer buena la ventaja de casi 26 puntos que las encuestadoras le daban al inicio del proceso electoral.
Más allá de eso, un punto que debe preocupar a los partidos políticos y en particular a Baños Rubio es la cantidad de 29 mil 887 sufragios con los que ganó porque fueron 9 mil 905 votos menos de los que obtuvo cuatro años atrás Yolanda Tellería Beltrán (39 mil 792), y si bien eso representa el 36.28 por ciento de la votación total registrada el 18 de octubre, ronda apenas el 10 por ciento del listado nominal del padrón electoral.
Lo que quiere decir que no solo tendrá que cumplir con sus compromisos electorales, debe hacer algo más para ganarse la aprobación no sólo de quienes votaron por otra opción, está obligado a acercarse y tener el visto bueno de la mayoría de los pachuqueños que no salieron a cumplir con su compromiso ciudadano, cuyo principal argumento fue el temor a la pandemia que nos mantiene en emergencia sanitaria.
Baños Rubio, no es la primera ocasión que enfrenta un reto, aunque no de esta magnitud; llegó cuestionado a la presidencia del Centro Empresarial de Hidalgo (CEH), filial del sindicato empresarial Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y salió con el reconocimiento de los afiliados, pero no es lo mismo gobernar el municipio más importante de Hidalgo.
Y si no quiere que le suceda los que a sus dos antecesores inmediatos: Eleazar García Sánchez y Yolanda Tellería Beltrán, calificados como los peores gobernantes de Pachuca, tendrá que dar algo más que simplemente cumplir sus ofertas de campaña, además tiene la obligación política de crear una atmósfera adecuada para que el PRI gane los próximos procesos electorales.