El reconocimiento de las maternidades lésbicas
En contra del mar
Aunque en nuestro país los orígenes de la celebración del 10 de mayo se remontan a una campaña en contra de la autonomía y libertad de las mujeres que buscaban el voto, acceso a métodos anticonceptivos, entre otros derechos fundamentales; hoy la fecha sirve para visibilizar y conmemorar otro tipo de maternidades que más que glorificar la abnegación, sumisión y las múltiples jornadas no pagadas de trabajo domestico y de cuidados, quieren mostrar eso: la pluralidad heterogénea de que es ser madre.
Así, el 10 de mayo se habló de las madres solteras, madres indígenas, madres con discapacidad, madres adolescentes, madres consecuencia de la violencia, madres de desaparecidxs y asesinadxs, madres trabajadoras, madres violentadas, madres racializadas, madres migrantes, madres en situación de calle, madres privadas de la libertad. Esta lista es tan corta que me siento apenada de no poder nombrarlas a todas.
Decidí dedicar esta columna a las maternidades lésbicas. En una semana se celebrará el día internacional y nacional en contra de la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia en nuestro país; conocido como IDAHOT por sus siglas en inglés (sugerencia, no usemos ese termino agringado).
En Hidalgo, en los últimos 3 años hemos visto un gran avance a través del Poder Legislativo y Ejecutivo en el reconocimiento de nuestros derechos como disidencias sexo genéricas, sin embargo, aun quedan muchos pendientes y en esa lista esta el reconocimiento de las madres lesbianas.
La redacción actual de la Ley para la Familia no reconoce que las madres lesbianas pueden y tienen hijxs. Esto es producto de la idea de que las lesbianas al presumir no tener practicas coitales con un hombre no podríamos quedar embarazadas. Lo cierto es que la maternidad lesbiana existe a través de técnicas de reproducción asistida caseras o médicas.
Dentro de los derechos de filiación que contempla la ley se dice que si un hombre, acude voluntariamente al registro y decide reconocer a un hijx solo bastará su dicho para que este acto se llevé acabo. Es un procedimiento administrativo muy sencillo. Sin embargo, a las lesbianas, se les dice que no pueden realizar ese reconocimiento ya que la única que podría registrar al hijx es la madre “biológica” y la otra tendría que pasar por un proceso de adopción.
Esta tradición perpetua la idea de la familia únicamente por consanguineidad y por practicas sexuales; lo que ya la SCJN catalogo como discriminación para lxs menores por pertenecer a familias de las disidencias sexo genéricas, violación al derecho a la identidad y discriminación en contra de las lesbianas.
México Igualitario, acompaña a las familias lesbianas en la lucha de este derecho e incluso ya acompañamos un caso de estas características en nuestro estado, pero la pregunta es ¿cuándo el estado de Hidalgo va a reconocer los derechos de las madres lesbianas? ¿Cuándo derogara estás normas violatorias de los derechos fundamentales?
Esperemos que pronto, porque aquí tienen una deuda pendiente con los derechos de las mujeres y los derechos de las disidencias sexo genéricas.