¿Por qué esperar tanto para prohibir el matrimonio infantil? Lo peor es que en este momento una niña está siendo forzada a casarse con un hombre que posiblemente le doble la edad.
El matrimonio infantil sigue siendo una práctica común en México, a pesar de los esfuerzos del gobierno y la sociedad civil para prevenir y erradicar esta problemática. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, alrededor del 21% de las mujeres mexicanas se casan antes de los 18 años, lo que representa un número alarmante de niñas y adolescentes que se ven forzadas a casarse en contra de su voluntad.
El matrimonio infantil es una práctica que viola los derechos humanos de los niños y las niñas, y que tiene graves consecuencias para su desarrollo y bienestar. Las niñas que se casan antes de los 18 años enfrentan mayores riesgos de sufrir violencia doméstica, abuso sexual, embarazo adolescente y mortalidad materna. Además, a menudo abandonan su educación y pierden la oportunidad de tener un futuro libre y digno.
La semana pasada el Senado de la República aprobó por unanimidad el dictamen a la minuta que penaliza el matrimonio infantil. Se logró que sea sancionado con cárcel de ocho a 15 años y multa; además incrementará si la víctima es integrante de una comunidad indígena o comunidad afromexicana.
Fue sacada del congelador del Senado donde se mantuvo por un año. Ahora se espera que el Ejecutivo publique y entre en vigor.
El estado de Hidalgo aprobó una reforma en 2019 para prohibir el matrimonio infantil en su territorio. Antes de la reforma, el Código Civil de Hidalgo permitía que las niñas y adolescentes se casaran a partir de los 14 años y los niños a partir de los 16 años, siempre y cuando tuvieran la autorización de sus padres o tutores y el juez considerara que el matrimonio era conveniente.
El problema del matrimonio infantil en México tiene raíces profundas en las normas culturales y sociales que justifican esta práctica. En algunas comunidades, el matrimonio infantil se considera una forma de asegurar la protección y el bienestar de las niñas, mientras que en otras se utiliza como una forma de controlar la sexualidad y el comportamiento de las adolescentes.
Para prevenir y erradicar el matrimonio infantil en México, es necesario abordar este problema desde distintos frentes. El gobierno debe implementar políticas públicas que promuevan el desarrollo integral de los niños y niñas, y que proporcionen oportunidades educativas, de salud y económicas que les permitan tener un futuro libre de violencia.
Además, es necesario que se realicen campañas de sensibilización y educación en las comunidades para erradicar las normas culturales que justifican el matrimonio infantil y para fomentar la igualdad de género. También es importante fortalecer el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y que se brinden opciones a las niñas y adolescentes que decidan postergar su matrimonio.
Lo cierto es que… el matrimonio infantil sigue siendo un problema grave en México que requiere atención por parte del gobierno y la sociedad civil. Es necesario que se tomen medidas integrales para prevenir y erradicar esta práctica, y para garantizar que todos los niños y niñas mexicanos tengan acceso a un futuro libre y digno.
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