El juego universitario
Agujeros negros
Mi solidaridad a Jorge Martínez López, quien la ejerce con generosidad en este difícil momento, lo misma para Araceli Palafox e Indra Martínez, mi afecto siempre.
Nadie quiso medir el efecto que electoralmente tendrá en Ixmiquilpan la decisión de otorgar licencia de 50 días al diputado local Edgar Hernández Dañu, cuyo paso por la 65 Legislatura local ha sido polémica porque tiene abiertas un par de carpetas de investigación en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) por abuso y acoso sexual que nadie sabe porque no han sido judicializadas, pero también porque fue detenido el 21 de septiembre en posesión de drogas y armas en Ixmiquilpan.
Legislador por accidente, tras ser inhabilitado Vicente Charrez Pedraza quien fuera su asistente del secretario municipal Rutilio Pérez Hernández, también retó y quiso descalificar al coordinador de Planeación y Prospectiva del gobierno estatal Miguel Ángel Tello Vargas y sostuvo una confrontación con la presidenta municipal Araceli Beltrán Contreras al apoyar a quienes mantenían la administración del mercado municipal.
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Todo indica que opera en su favor el haberse sumado al Clan Universitario y signar acuerdos para impulsar candidaturas a diputados y presidente municipales desde Movimiento de regeneración Nacional (Morena) y el Partido del Trabajo (PT) que obedecieran a los intereses del grupo que jefatura Gerardo Sosa Castelán, esto en la reunión de Los Tules el 16 de septiembre en la que estuvieron Damián Sosa Castelán, Javier Vázquez Calixto y los hermanos Pascual y Cipriano Charrez Pedraza.
El objetivo es convertirse en el contrapeso político del gobierno estatal a través del PT e impulsando candidaturas en Morena, pero estos acuerdos se quebraron con la detención de Hernández Dañu y, cuando debían llamar a su suplente Aarón Charrez Paloma operan para aprobar la licencia de 50 días a Hernández Dañu, en espera de una negociación política que lo ponga en libertad y vuelva a ocupar la curul para ponerse al servicio del Clan Sosa.
Esto tendrá un costo político y enturbia las negociaciones para concretar la alianza electoral a nivel estatal, mediante la cual Gerardo Sosa Castelán quiere chantajear a la dirigencia morenista para que le respeten posiciones y le concedan la cuota de candidaturas federales, estatales y municipales que quiere.
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