Estas últimas semanas hemos visto a los movimientos conservadores que claramente son antiderechos de las mujeres ya que buscan de todas las formas posibles frenar avances sobre todo los que tienen que ver con la sexualidad o los cuerpos de las mujeres como están pretendiendo hacerlo en los Estados Unidos al filtrarse que en la Suprema Corte había un borrador para revocar el fallo legal denominado Roe vs. Wade el cual fue en su momento un sentencia que permitió proteger la decisión de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, este fallo que data desde 1973 fortaleció este derecho a nivel federal, sin embargo, en los estados americanos varían los límites gestacionales para realizarlo que van desde la 20 hasta la semana 24.
Esa estrategia que se está intentando llevar a cabo en Estados Unidos me remite a lo que pretendieron hacer en nuestro país después de despenalizar el aborto hasta la semana 12 en la Ciudad de México, donde modificaron 17 constituciones locales para proteger la vida desde la concepción como un intento de restringir el aborto y que puede ser un símil de lo que recientemente ocurrió en Oklahoma con el proyecto HB 4327 que define la «fertilización» como «la fusión de un espermatozoide humano con un óvulo humano», por lo que considera que un embarazo comienza con la fertilización y no con la implantación, además quienes se verían más afectadas con la revocación de Roe vs Wade son mujeres migrantes, racializadas, etc.
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En nuestro país afortunadamente gracias a las abogadas feministas aprendimos que pese a esos cambios se podía acceder a las causales vigentes en cada estado, además de todo el aprendizaje que se tiene del aborto con medicamentos que lo hace un procedimiento seguro que puede ser acompañado por otras mujeres y redes e incluso autogestionado (es decir, autoadministrado por las propias mujeres en sus casas). Por ello, hay que fortalecer las redes binacionales para poder acompañar casos ahora en este lado de nuestro país.
Hemos visto estas últimas semanas las manifestaciones en distintas ciudades de Estados Unidos, con el emblemático pañuelo verde de la denominada Marea Verde (el movimiento feminista a favor del aborto) que ha pasado por todo Latinoamérica y el Caribe que se ha vuelto un símbolo en las marchas y manifestaciones, pero además se ha ido colocando en estatuas y monumentos emblemáticos en distintas ciudades como ahora ocurrió en la estatua de la Libertad en Nueva York.
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A pesar de que el conservadurismo acecha y no para de intentar frenar derechos, mirar hacia el sur, es retomar alguna de estas estrategias que desde sociedad civil se han ido impulsando para avanzar y evitar retrocesos, mirar hacia el sur es reconocer como el movimiento feminista es un movimiento de resistencia y de largo aliento; miro siempre hacia el Sur porque vienen a mi mente más de 10 años buscando despenalizar el aborto en Guerrero y ¡Se logró, gracias a las guerreras de Guerrero! Infinitas gracias por tantos aprendizajes y ser compañeras de causa.
