DISTINCIÓN POPULAR

Garlito

Son los barrios populares que en la ciudad de Pachuca, desde hace muchos años fueron denominados como barrios altos, por su posición geográfica pero también por encontrarse en las faldas de los cerros y posteriormente ascendieron hasta invadirlos por completo; mano de obra de la industria minera o como servicios alternos a ese sector, pulquerías, expendios de petróleo, venta de leña, carbonerías, mesones, accesorias, cantinas y burdeles, de donde surgieron largas generaciones de personajes inolvidables, forjadores de la sufrida capital del estado.

Justicia

Barrio bravo, cuyo inicio fue lo agreste del lomerío de los cerros, falta de servicios públicos y asentamientos humanos irregulares, que fueron dando una imagen chueca, torcida, simulando los mismos laboríos mineros, en la superficie, los barreteros, perforistas y decenas de peones, construyeron reductos, refugios de una clase trabajadora que todos los días arriesgaban la vida por unos pesos, su manera de existir, su sabiduría fueron creando una cultura que dio origen a un pasado común, a una personalidad que aún hasta nuestros días caracteriza a los hidalguenses, todos los pachuqueños de una u otra manera tenemos relación directa sin podérnosla sacudir, es la herencia minera.

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De igual forma, sector popular donde se anidaron personajes, costumbres y tradiciones, el barrio de El Arbolito uno de los primeros orígenes de lo pachuqueño, cuyas calles y callejones torcidos a veces sin salida, vecindades, casonas y edificios antiguos de esplendores pasados, el hoy Barrio Mágico de México, El Arbolito vuelve a tener una bella oportunidad por revindicar su origen y generar respeto por uno de los sectores que dieron pauta a lo que hoy es la ciudad de Pachuca, no debe perderse esa huella que testifica vida y obra de los fundadores de nuestra ciudad, en estos momentos en que el espejismo del progreso diluye orígenes, ofrece una falsa imagen y una historia falseada.

Minera

Los habitantes del Barrio Mágico de México El Arbolito, tienen ahora una nueva responsabilidad, recuperar y dar una imagen nueva, limpia y tradicional sobre este sector de la ciudad, abrir espacios públicos para el disfrute y difusión de la cultura, convertir callejones y callejuelas, en posibles escenarios para la representación de escenas teatrales o regresar a la vieja propuesta del pachuqueño nacido en el barrio, el director de teatro Enrique Ruelas que al no ser escuchado, llevó su propuesta, de montar entremeses cervantinos a Guanajuato y simplemente dio origen al Festival Cervantino; El Arbolito no debe desaprovechar esta segunda oportunidad para engrandecer su pasado y contagiar a toda la ciudad de orgullo y sangre minera pachuqueña. 

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En los nubarrones del tiempo y la distancia, cientos sino es que miles de héroes anónimos han deambulado, sufrido y gozado la vida a su manera, con esta nueva modalidad de nombramientos, se busca que sean los ciudadanos comunes y corrientes, los protectores de un acervo histórico y cultural vivo, patrimonio hidalguense que se hereda a los jóvenes y estos sientan que el barrio es un ente vivo que hay recuperar de manos ociosas que en la oscuridad y anonimato, construyen clanes de poder y guaridas de gente que dañan el pasado honrado, trabajador y popular que por siglos han dado personalidad a Pachuca la vieja y bella airosa que intenta recuperar en algo su pasado que otros insisten en desaparecer, que otros barrios sigan el ejemplo, quizá así Pachuca vuelva a ser de los pachuqueños.  

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