¿De verdad les importan los periodistas?
Lo personal es político
Aún recuerdo que uno de mis sueños cuando era niña era ser periodista, algo tenía que ver mi admiración por Oriana Fallaci periodista italiana que fue corresponsal de guerra y que en los años sesenta escribió sobre las condiciones de las mujeres en el medio Oriente, además de entrevistar a personajes famosos durante los setentas y ochentas, creo que desde ahí siento un vínculo muy grande con quienes reportean, toman fotos, entrevistan, documentan, etc., además soy una consumidora de muchos medios noticiosos impresos y ahora de redes sociales, por eso cada vez que asesinan un periodista en este país recuerdo que hay una gran deuda de los grandes empresarios quienes tienen a cargo justamente estos medios de comunicación, es decir, a la gran mayoría de ellos les interesan los negocios y no la difusión de las noticias, siempre que matan a un/a periodista pienso en la precariedad en la que viven justamente porque no es negocio para los empresarios brindar seguridad social, buena remuneración, elementos para que hagan su trabajo, lo elemental que todas las personas necesitamos: condiciones dignas; ante esto no puedo dejar de pensar en los recientes asesinatos Lourdes Maldonado periodista de Baja California quien durante casi una década tuvo un litigio laboral con su empleador Jaime Bonilla (exgobernador del estado) el cual ganó, días después asesinada frente a su casa, o el de hace unos días Heber López reportero en Salina Cruz que denunciaba actos de corrupción en Oaxaca, asesinado a tiros frente a su hijo de doce años.
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Hay todo un revuelo en redes sociales frente a lo que el presidente mencionó sobre Loret de Mola: lo que ganaba, incluso hubo un space en twitter para hablar al respecto donde estuvo Carlos Alazraki, Martha Debayle, Lily Téllez, etc., personajes con puro oportunismo político y donde al final pasaron la charola para “seguir defendiendo la democracia” estos personajes deben de dejar de utilizar los actos contra periodistas como botín político. ¿De verdad a esta derecha “tan indignada” les importan los periodistas? No, porque en todos estos años que han estado al frente de medios de comunicación, no han hecho nada por cambiar las condiciones de sus colaboradores/as, de saber qué pasa con los/as hijos/as huérfanos de periodistas asesinados, de cómo mejorar el mecanismo existente para salvaguardar su integridad, de dejar de pagar una miseria por nota, de atender casos de acoso sexual y un largo etcétera, lo que sí creo es que es un resbalón del presidente porque sus palabras no ponen en riesgo a Loret pero, si pavimentan el camino de la derecha para utilizarlo políticamente, de volver a Loret de Mola el estandarte de la libertad de expresión, cuando lo verdaderamente importante es que se hable de las y los periodistas asesinados y de sus familias que indirectamente también son víctimas.
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En Hidalgo, al igual que todo el país han sucedido diversos incidentes donde han querido coartar la libertad de expresión, las más recientes contra activistas y reporteros en Real del Monte, o el robo que se cometió contra Axel Chávez reportero de Proceso, tenemos la Ley de Protección de Defensoras de Derechos Humanos y Salvaguarda de los derechos para el ejercicio del periodismo, sin embargo justamente el reportero Antonio Alcaraz en una reciente manifestación mencionó que cuando denunció los hechos ocurridos en Real del Monte el Ministerio Público no supo cómo configurar el delito, la ley menciona una Comisión para la protección a personas defensoras y periodistas que por más que busque no encuentro que exista en nuestro estado, aunque no sé qué tan necesaria sea su instalación porque luego son puestos dados a los compadrazgos locales como sucede con otros organismos públicos, además antes creo que hay que hacer un replanteamiento del mecanismo que se encuentra a nivel federal, para lo cual recientemente se están llevando a cabo foros en donde ojalá se evalúe y es urgente que se corrija lo necesario para que esto sea replicable en los estados.
Nos falta un trecho muy grande para lograr que el periodismo sea una profesión dignificada con todos los riesgos que implica cubrir explosiones, trata de personas, extractivismo, violaciones a derechos humanos, etc., pero ojalá que la discusión pública se vuelque para realmente dar condiciones laborales dignas que permitan que el periodismo deje de ser un negocio con los gobiernos en el que Hidalgo por supuesto no es la excepción.