¿Cuál es la mayor amenaza ambiental a la que nos enfrentamos?
In principio erat Verbum
Pareciera que desde que se declaró la pandemia el año pasado ninguna otra noticia ni amenaza tomó el escenario en la vida internacional, sin embargo, es necesario que se aborde con más compromiso un tema que desde hace varios años no sólo ha sido evidente, sino que además es urgente: la sostenibilidad del medio ambiente.
Desde 2015 en los Objetivos de Desarrollo Sostenible se planteó el grave problema al que nos enfrentamos y es que dicha situación de forma insólita tiene muchos vértices, ya que al menos de los 17 ODS, 8 tienen que ver con afectaciones a la tierra y al medio ambiente, por lo que el tema se ha convertido en un tema de urgencia extrema.
iversos elementos han hecho que nuestro planeta se vea al borde de una situación casi devastadora; factores como las emisiones provocadas por industrias, la contaminación generada por el transporte, la deforestación y un sistema alimentario no sostenible, se han convertido en catalizadores que disminuyen las probabilidades de rescatar nuestro planeta, pero además como mencioné en una columna anteriormente publicada, uno de los componentes más amenazantes es la generación excesiva de residuos y desechos.
Paradójicamente, a pesar de que durante años se ha esperado que la tecnología sea la que brinde a la humanidad un respiro con respecto a nuestra aparente fecha límite: 2050, en donde los pronósticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dicen que si la degradación del medio ambiente natural y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales continúan al ritmo actual, el 52% de la población mundial y el 40% de la producción mundial de cereales estarán en riesgo para esta fecha; también el uso y deshecho excesivo de tecnología, se ha convertido en uno de los más graves problemas a combatir, es decir, este importante factor ha dejado de ser la particularidad que nos pueda salvar, para sin notarlo, transformarse en (quizá) la mayor amenaza ambiental a la que nos enfrentamos.
El World Economic Forum menciona que generamos más de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos por año, y que a pesar de que un 90% de las partes de los productos que usamos diariamente como televisores, computadoras o refrigeradores son reutilizables, solo el 20% de los desechos electrónicos en el mundo se recicla.
La huella que cada ser humano deja sobre la tierra, no sólo se aplica en sentido metafórico, sino que es palpable y, sobre todo excesiva; en nuestra sed de tecnología hemos dejado secos ríos y lagos, el ejemplo más cercano es el celular, se cambia de modelo al menos una vez cada dos años, cuando de acuerdo a la Royal Society of Chemistry éste contiene 30 elementos químicos diferentes, dentro de los cuales el tántalo, el itrio, el galio y el indio, podrían agotarse en 100 años; pero además una sola batería de teléfono es capaz de contaminar hasta 675,000 litros de agua.
Es realmente necesario que dejemos de lado la economía lineal: producir, utilizar y tirar; y que por el contrario analicemos y fomentemos una economía circular donde el sistema de aprovechamiento sea mayor, los componentes utilizados puedan volver a la naturaleza sin demasiados daños ambientales y donde se empiece a percibir que reciclar incluso es más rentable que comprar.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.