Conservadores salieron del clóset el sexenio pasado  

En 2018, éramos alrededor de 126 millones de mexicanos, con un índice de pobreza irracional, donde solo 20 familias eran las más ricas del país y la cúpula del poder decidía el rumbo de las políticas económicas y sociales, por encima de los intereses de los ciudadanos. 

Los resultados electorales de ese año marcaron algo pocas veces visto en la historia del México. El programa de gobierno del nuevo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, provocó un cismo en la estructura social y política del país: la 4-T, en referencia a las tres grandes transformaciones anteriores: Independencia, Reforma y Revolución. 

¿Poner el nuevo proyecto de gobierno a la altura de esas gestas históricas era mera grandilocuencia o los resultados sustentarían lo que se decía? Este fue el motivo para que Javier Cravioto Padilla se diera a la tarea de documentar lo que hoy nos dice en No nos llamen chairos, apuntes sobre la 4T

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En entrevista para La Jornada Hidalgo, el también filósofo, poeta y analista político, narra cómo, a partir de las columnas semanales que escribió para su blog durante el sexenio, surgió la idea de hacer un libro al respecto. 

“Cada semana reflejaba lo que observaba en torno a la 4T, apoyando su propuesta y comentando eventos relevantes. Al final del sexenio me di cuenta de que el libro ya estaba hecho; solo necesitaba seleccionar y organizar esas columnas. El resultado es un recuento de un momento histórico que muestra dos México: los que apoyan la transformación y los que buscan mantener el modelo neoliberal”. 

Para Cravioto es claro que hay un ganador: el grupo que apoya la 4T, que busca reducir la pobreza y la desigualdad. Y el otro, que desea continuar con el modelo neoliberal y que ha perdido terreno significativo. Los datos muestran que el país ha mejorado en general. 

Y lanza los números: “En México hay 9.6 millones de personas menos pobres, la pobreza laboral en 2018 era 41%, al segundo trimestre de 2024 era de 35%, se evita la devaluación del peso frente al dólar, se incrementó el salario 113%; de 88 pesos diarios, en 2018, subió a 248 en 2024; la inversión extranjera directa fue mayor y 71% de los hogares mexicanos recibe algún apoyo social”.  

La gestión de AMLO hizo recaer en el pueblo todas las decisiones y esa transformación mental y psicológica de los mexicanos es el mayor triunfo del primer sexenio de la 4T.  

“Antes, la información estaba controlada por ciertos medios que desinformaban. Ahora, con las mañaneras y una mayor transparencia, la gente está más politizada y consciente de lo que sucede. Esta politización ha generado emociones intensas en la ciudadanía, ya sea a favor o en contra del gobierno”. 

La oposición se vio obligada a expresarse, sin tapujos, sobre su desprecio hacia las mayorías del país. De ahí el concepto de chairo. “Salió del closet el conservadurismo clasista que se escondía bajo el manto de izquierda progre y que, pesar de su enojo, muchos también están disfrutando de las políticas sociales que el gobierno ha implementado”. 

Sin embargo, nada es perfecto. Si bien, la agudeza política de Andrés Manuel radicó en construir su gobierno de la mano de los ciudadanos, Cravioto no deja de ver la otra cara de la moneda, al considerarlas áreas de oportunidad.  

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“La inseguridad es una gran tarea que el actual gobierno debe enfrentar. También creo que se necesita un enfoque más fuerte en la ecología y el cambio climático. Además, el tema de la equidad de género requiere más atención y contundencia”. 

“El camino hacia la transformación es largo, pero creo que estamos en el camino correcto. Es fundamental que continuemos en la vía democrática y se mantenga a la ciudadanía informada y activa” concluyó el escritor.  

“No nos llamen chairos. Apuntes de la 4T”, editorial Abismos, está disponible en las librerías de Educal y el Fondo de Cultura Económica; en breve se presentará en la Feria del Libro Sonora, 2024. 

Por Angélica Ruiz

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