Claudia y Xóchitl: dos discursos, dos proyectos
Alameda
En las elecciones del próximo 2 de junio de 2024 están en pugna dos proyectos de gobierno, y por supuesto, dos discursos.
Si bien este texto no pretende ser una guía especializada sobre análisis de discurso, está inspirado en dos ejemplos, el de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, basado en los derechos, y el de Xóchitl Galvez Ruiz, fundado en la meritocracia.
En términos generales, hay evidencia para poder sostener que hay diferencias sustanciales entre un estilo y otro.
Si bien las encuestas no se han movido prácticamente en nada desde el fin de las precampañas hasta el momento de la publicación de este texto, hay elementos suficientes para hacer un análisis discursivo entre el primer y segundo lugar en las preferencias electorales.
Tomemos entonces los cierres de precampaña de la Dra. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Galvez como los mensajes definitivos de las candidatas, hasta ahora, entonces podemos referir qué representan y qué no representan, ya que ambas contendientes se permitieron no improvisar el discurso haciendo uso de textos estructurados.
Xóchitl Gálvez, ¿vida, verdad y libertad?
En su discurso, Xóchitl Gálvez sostuvo que su campaña representa tres valores: vida, verdad y libertad, tres valores que, de acuerdo con su visión, el presidente Andres Manuel López Obrador ha pisoteado durante su gobierno, y por ende, es lo que está en juego en la próxima elección.
Arengas que invitan permanentemente al miedo, «mis hijos me han preguntado si no me da miedo enfrentar a la delincuencia. ¿Y saben que les he dicho?, que me da mas miedo dejarles a ellos un país bañado en sangre».
«Se pierde la libertad cuando el gobierno amenaza a las empresas. Cuando pretende quedarse con los ahorros, Afores y pensiones de los mexicanos», en este fragmento
Atrás quedó el discurso de reconciliación que trataba de convencer para dar paso a uno más confrontativo con el uso de argumentos basados en una supuesta elección de Estado encabezada por López Obrador.
Pero sin duda, lo más interesante, es la manera en la que asume las aspiraciones de las y los mexicanos como consecuencia de la meritocracia individual: «México se merece más, tú te mereces más, tu familia se merece más, todos merecemos más».
Concibe que aquello que «tu y tu familia» –no las personas, no la gente, vaya, ni siquiera la ciudadanía que tanto dice defender– necesitan; la máxima de su discurso está basada en que hay cosas que «se merecen» y en ello radica la explicación de la desigualdad, vaya, es un “el pobre es pobre porque quiere», pero maquillado.
Xóchitl Galvez representa una oferta política liberal, pero no cualquier oferta liberal, sino del mismo manual liberal de la –mal llamada– transición a la democracia en México, esto no debe sorprendernos, cuando el tripartidismo de la transición (PRI, PAN y PRD) es quien impulsa a Gálvez.
No me extraña entonces los aplausos de los intelectuales del viejo régimen y el desencanto de quienes –no entiendo porque– esperaban una oferta socialdemócrata.
Con este discurso, Xóchitl Gálvez no solamente dejó claro qué representa y su oferta, sino también sus alcances y límites.
Claudia Sheinbaum: Derechos y bienestar.
«México ya no se escribe con ‘M’ de machismo, se escribe con ‘M’ de madre y de mujer», fue una de las frases que sentenció Sheinbaum.
Lo primero que me llamó la atención del discurso de la Dra. Claudia Sheinbuam fue que siempre se expresó en plural y que en ningún momento mencionó directamente a Xóchitl Galvez, sino a lo que representa, haciendo una clara y abierta diferenciación entre ellos y nosotros, «Ellos son el pasado, nosotros somos la esperanza de México».
Por otro lado, la palabra derechos estuvo totalmente ausente en el discurso de Gálvez, si apareció de manera reiterativa en el de Sheinbaum.
Mientras que para la Dra. Claudia los derechos para las personas –y obligaciones del Estado– son todo aquello que dignifica la vida, como la salud, la vivienda, la educación, el empleo; para Xóchitl son cosas que solo unos cuantos «merecen».
«Vamos a seguir haciendo historia. Gracias por permitirme gobernar esta maravillosa ciudad, gracias por permitirme seguir a su lado. Amor con amor se paga o dicho de otra manera, el cariño y el amor de un pueblo se lleva siempre en el corazón. Viva la cuarta transformación de la República», finalizó Sheinbaum, nuevamente, en plural.
Por Dino Madrid