Claudia no llegó sola
LA COLUMNA DE HIERRO
Por: Navor Rojas
Es insoslayable no decir el porqué del nombre de la columna que a partir de hoy habré de entregar a este prestigiado medio cada quince días de manera inicial; en primer lugar, hago referencia a uno de los libros que han marcado mi vida de manera personal y profesional; y en segundo, porque fiel a mi estilo plantearé mis pensamientos y conceptos sin que me limite mi ideología o pertenencia a mi grupo político.
Dicho lo anterior, el 1º de octubre de este 2024 se dio un hecho histórico sin duda alguna, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer que llega a la Presidencia de la República, ¡pareciera que fue una eternidad que en nuestro país las mujeres escalaran espacios que sólo eran reconocidos para los hombres, pero de 1824 con Guadalupe Victoria hasta este año pasaron nada menos que 200 años!
En su discurso de toma de protesta retumbó el recinto del Congreso de la Unión cuando dijo “no llegué sola” haciendo un reconocimiento a muchas mujeres que participaron de manera activa para que en 1953 se reconociera constitucionalmente el voto de la mujer. Cómo no hacer mención a Elvia Carrillo Puerto, la sufragista incansable, quien fue la primera diputada local en el estado de Yucatán en 1923; o a la primera diputada local en nuestro estado de Hidalgo en 1966, Olga Trevethan Cravioto; mencionar a Martha Aurora Jiménez de Palacios, primer diputada federal por el estado de Baja california en 1954; o a la primera senadora en México, María Lavalle Urbina, quien también fue magistrada del Tribunal Superior de Justicia de la Nación y la primera mujer que presidió el Senado.
Griselda Álvarez se convirtió en la primera gobernadora por el estado de Colima y muchas mujeres más, pero no dejaré de mencionar a mi compañera senadora y presidenta de la mesa directiva de la actual legislatura y quien perdiera la vida hace dos días, la gran Ifigenia Martínez, quien fue la primera mujer mexicana en obtener un posgrado en economía por la Universidad de Harvard en 1949, y en el año 2021 recibió la medalla Belisario Domínguez, máxima distinción que otorga el Senado de la República.
A la presidenta Sheinbaum le deja el expresidente López Obrador varios retos y cuentas pendientes. El más delicado sin duda es la inseguridad, una asignatura no resuelta y que tiene que ver con el hecho de tener a Estados unidos como el máximo consumidor de drogas del mundo, que basa parte de su economía en el consumo de esas sustancias; el Congreso de la Unión tendrá que tocar el tema de fondo, el cual quedó en comisiones en el senado para el tema de la marihuana. Otro asunto pendiente es el que tiene que ver con el huachicol, que tampoco fue resuelto y el tema de la producción del petróleo y su saneamiento para que Pemex deje de ser un barril sin fondo y se erija como la institución del país que le dé sustento a la transición ecológica que se enunció en la toma de protesta.
La corrupción es otro tema sustancial que, si bien se atacó de manera frontal, está el caso de Segalmex, cuyo titular no sólo no fue juzgado por el hecho, sino que siguió siendo funcionario público de alto nivel de la pasada administración.
La presidenta llega con un respaldo popular del 71% de las y los mexicanos, lo cual no sólo debe ser un incentivo, sino también una gran responsabilidad para que se escalen mejores niveles de vida en la mayoría de nuestra población.
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