Ciudadano crea en Tulancingo museo de aeronáutica
El museo tiene 70 aviones a escala
Constantino Pérez Hernández abordó un sueño desde que era un niño. “Yo me sentaba y con palitos de escobas hacía mis propios aviones […], de ahí me surgió el amor a los aviones”, recordó.
Hace once años, ese amor lo llevó a gestionar en el aeropuerto Guillermo Villasana, en Pachuca, un avión en desuso (un Beechcraft de 1940) que le diera realce a la colonia Ahuehuetitla, en Tulancingo, y que años más tarde originó la construcción del Parque de la Avioneta.
Aunque Tino -como es conocido por todos en la demarcación-, por falta de recursos económicos no se desempeñó en la carrera de piloto aviador como le hubiera gustado, su afición por los aviones comienza con una escena que guarda en su memoria, contó en entrevista para La Jornada Hidalgo.
“Lo que ahora es Francisco Villa, Rojo Gómez, Ahuehuetitla, que antes eran puros llanos, cuidando animales vimos un avión de la Fuerza Aérea Mexicana por los años 76-78 que hacía acrobacias aéreas desde la rastreadora a Santiago. Ahora nos enteramos de que era el capitán Raúl Jardines Ortiz, nosotros de niños nos emocionábamos mucho”,
dijo.
Te recomendamos: Daniel Mendoza, de los últimos alfareros de Tulancingo
Con sus recursos, Tino crea el Hashamayim
El paseo por el mundo de la aviación en Ahuehuetitla se consolidó recientemente con la apertura del museo de aeronáutica Hashamayim, que en hebrero significa “el cielo”, y fue inaugurado el 26 de junio por el gobierno tulancinguense.
El museo está conformado por cuatro secciones: El sueño de volar, Héroes de los inicios, Héroes de grandes hazañas y Creadores e inventores del helicóptero, las cuales Tino planeó desde que la avioneta llegó a la colonia.
“Cada una de las biografías por eso nos llevó mucho tiempo, fue consultada en diversas fuentes para que la información que quedó plasmada sea la más acertada y veraz para que si algún día alguien quiere venir a realizar un trabajo didáctico sepa que la información es completamente confiable”,
aseguró.
En un espacio de 60 metros cuadrados, el museo que se encuentra ubicado frente al Parque de la Avioneta, muestra 60 biografías de personajes del mundo de la aviación y 70 aviones a escala de combate y comerciales.
Sin asesoría, el apasionado de los aviones montó el museo, y explicó que solo viajó varias veces al museo que se encuentra en la base de la Fuerza Aérea número 1 en Santa Lucía, Estado de México, y un museo de aeronáutica sobre la avenida Tlalpan en Ciudad de México, “ahí miré cómo estaba todo”.
“Este museo se hizo para honrar la memoria de los hombres y mujeres que hicieron posible el sueño del hombre de volar, estamos honrando a todos los pilotos aviadores no solo de Hidalgo, de México y también del mundo, porque para mí son unos héroes”,
destacó el creador del museo.