Alumnos hidalguenses destacan en Feria Nacional y Latinoamericana de Ciencias
Participaron 9 estados
Del 16 al 23 de noviembre, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se realizó la ATHENA-Feria Nacional y Latinoamericana de Humanidades, Ciencias e Ingenierías, espacio donde se fomenta las vocaciones científicas y tecnológicas en jóvenes de entre 14 y 19 años.
Esto para que desarrollen proyectos con impacto social, humanista, científico y tecnológico, y en donde Hidalgo obtuvo un segundo lugar y una mención honorifica con proyectos presentados por alumnos hidalguenses.
El evento reunió a nueve entidades, participando Chihuahua, Coahuila, Hidalgo, Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas, con 33 proyectos ganadores de su etapa estatal del certamen, y a su vez participaron países en la fase latinoamericana, ellos fueron Colombia, Paraguay y México.
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El director del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (CITNOVA), José Alonso Huerta Cruz, destacó que este año otra vez se logra un resultado importante, que deja de manifiesto el talento de los jóvenes hidalguenses, que con los programas de impulso a la ciencia y la tecnología y con el trabajo incansable de los profesores y asesores, se exponen proyectos competitivos a nivel estatal, nacional e internacional, cosechando grandes resultados.
La organización del evento fue coordinada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a través de los Consejos y Organismos de Ciencia, Tecnología e Innovación de los Estados de la República Mexicana.
En la feria participaron 42 estudiantes a través de equipos de uno o dos integrantes, cuyos proyectos proponen soluciones a problemáticas locales, regionales y globales en las siguientes categorías: ciencias de la tierra y ambientales; ciencia básica; energías; medicina y ciencias de la salud; humanidades y ciencias sociales, e ingenierías.
Los proyectos fueron evaluados por un Comité de Revisión Científica, integrado por miembros del Sistema Nacional de Investigadores, quienes dictaminaron el impacto, la importancia y pertinencia de cada una de las noveles propuestas.
Por Hidalgo, tres equipos representaron a la entidad en la etapa nacional, dos de ellos del CBTIS 5, ubicado en Zacualtipán de Ángeles con los proyectos titulados “Pelquipila” y “Frijobarra”. También participó “Verde”, del COBAEH Plantel Actopan, que compitieron en las categorías de energías, medicina y salud, así como ciencias de la tierra y ambientales.
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El proyecto ganador del segundo lugar en la categoría de ciencias de la tierra y ambientales fue “Verde”, del Cobaeh Actopan, consistente en un bioplástico a partir de almidón de la planta Permantiera edulis y mucílago del árbol Heliocarpus appendiculatus, provenientes de la elaboración artesanal de papel.
En el proceso se logró estandarizar una metodología para la obtención de un bioplástico transparente, manejable, con buena dureza y elongación, que puede ser utilizado en envolturas de productos alimenticios, el cual fue presentado por el alumno Othoniel Zuñiga Espinosa asesorado por Freddy Hernández Espinosa.
Los ganadores lograron como premio una computadora portátil y unos audífonos inalámbricos, y obtuvieron un reconocimiento, por ser los ganadores de la evaluación entre pares en la categoría de impacto social.
El proyecto “Pelquipila” logró mención honorífica con un prototipo que propone obtener energía limpia, sustentable y económicamente factible.
El objetivo del proyecto es obtener energía de los desechos orgánicos, con el fin de alimentar un dispositivo de iluminación, durante el proceso de compostaje los desechos orgánicos producen ácidos los cuales al colocarle un cátodo y ánodo pueden crear una corriente eléctrica, que por si sola esta corriente es muy débil, pero al unir varias celdas, se consigue un voltaje suficiente para encender un led.
Este proyecto fue creado por Edison Cedillo Medina, asesorado por José Austria Díaz, quién se hizo acreedor a una computadora portátil.
El proyecto “Frijobarra” fue elaborado de acuerdo a los criterios que establece la norma mexicana (NMX-F-006-1983) de “alimentos–galletas”.
Contiene en mayor proporción frijol de la variante “cuail o cuajil” conocido principalmente en comunidades de la región rural de la Sierra y Huasteca Hidalguense, frijol que se consume en platillos típicos como tamales, tecocos, xala y empanadas, pero que es poco aprovechado para otros fines alimenticios.
Este producto es libre de cereales y gluten, contiene vitaminas, minerales, carbohidratos, ácidos grasos y proteína; es una fuente de fibra dietética, el cual fue creado por las estudiantes Magda Ximena Carmona Rivera y Dafne Díaz Escudero, asesoradas por Marilú Ramírez Abrego.
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