Abonos a la deuda histórica de Hidalgo

El Faro

La presidenta Claudia Sheinbaum visitará Hidalgo este fin de semana para poner en marcha el tren AIFA-Pachuca, que representará una inversión de 50 mil millones de pesos, una cifra que tendrá un impacto positivo para la economía estatal.

Eso lo sabía el economista inglés, John Maynard Keynes, quien fue un defensor del papel del Estado como impulsor de la economía. En su libro Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936) expone la manera en que el gasto público se convierte en una herramienta para estimular el desarrollo económico.

Para tener una idea del tamaño de la inversión que implicará la construcción del nuevo tren, hay que tener en cuenta que el presupuesto de egresos de Hidalgo, aprobado para 2025, implica una bolsa superior a los 70 mil millones de pesos.

Al comparar la inversión federal prevista para el tren AIFA-Pachuca, tenemos que el monto equivale a 71% del presupuesto 2025 para Hidalgo, con el cual se financian los tres poderes y el gasto de inversión, que este año asciende a 11 mil 824 millones de pesos.

Es decir, el presupuesto para el tren AIFA-Pachuca supera casi cinco veces todo el gasto de inversión para Hidalgo este año, lo que nos ayuda a entender la magnitud de la obra y de qué tamaño es el desembolso que hará el gobierno federal.

La construcción del tren, por otra parte, representa una de las muchas deudas históricas que tiene el gobierno federal con Hidalgo, y que la propia presidenta Sheinbaum ha aceptado públicamente. Lo que no se hizo en los gobiernos federales panistas, y tampoco en la administración del priista Enrique Peña, se va a llevar a cabo en este sexenio.

Me refiero a los grandes proyectos que se anunciaron para Hidalgo y que sólo se quedaron en el discurso. Por ejemplo, la nueva refinería que se llevaría a cabo en Tula y que sólo se quedó en una barda, o al aeropuerto que se construiría en Tizayuca y que nunca se concretó, durante el gobierno de Peña Nieto, a pesar de que había varios hidalguenses en posiciones clave dentro de su gabinete.

No solo será el AIFA-Pachuca, Hidalgo también se verá favorecido con el tren México-Querétaro, que prevé una estación en Tula, donde también se lleva a cabo la reconfiguración de la refinería Miguel Hidalgo, y donde se trabajará la conversión de la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, que dejará de operar con combustóleo y usará gas natural.

Sin olvidar que en los terrenos donde se construiría la fallida refinería Bicentenario de Felipe Calderón, se levantará un parque de economía circular, que no tiene precedentes en territorio nacional.

Es así que la administración de Claudia Sheinbaum, sin demasiados aspavientos, está haciendo todo lo que no hicieron tres administraciones federales encabezadas por panistas y priistas.

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